Cerca de 900 empresas y productores de porcinos fueron autorizados a cobrar la ayuda económica anunciada meses atrás por el Ministro de Economía, Sergio Massa, en compensación por el dólar soja.
El desembolso, que todavía no se hizo efectivo según dijeron productores y dirigentes del sector, suma 724 millones de pesos. La ayuda fue anunciada el 9 de febrero por las autoridades nacionales, que indicaron originalmente que el fondo alcanzaría los 1.200 millones de pesos, tras las quejas de diferentes sectores por incrementarles los costos productivos por el dólar soja 2.
Así lo dijo la Resolución 196/2023 publicada hoy en el Boletín Oficial: “con el objetivo de asistir a los productores porcinos en la mitigación del impacto del incremento de los costos de alimentación de su sector productivo, mediante la asignación de un beneficio económico basado en la relación entre el consumo de soja para alimentación y el volumen de producción”.
Desde el anuncio de esa ayuda, que es de 30.000 pesos por tonelada y un tupo de hasta 4 millones de pesos, corrió la inflación, que cada mes es más alta.
Y pasaron tres meses y medio desde el anuncio, con una inflación que alcanzó un promedio mensual en torno al 7%. Si bien el aporte de dinero fue bien recibido por las empresas que producen carne porcina, “se devaluó su valor en 30%”, dijeron desde la Federación Porcina.
Según el texto de la medida, los beneficiarios del Programa serán aquellos productores que se encuentren inscriptos en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (RENSPA) del SENASA, y formen parte de actividades como “Porcinos Criador Comercial”, “Porcinos Invernada” o “Porcinos Agricultura Familiar”. Además deberán tener declarada su actividad como productor porcino ante la AFIP y haber registrado existencias de porcinos entre el 28 de noviembre y el 30 de diciembre de 2022.
Dirigentes de la entidad señalaron que “en esta situación de dólar oficial bajo y controlado y, la implementación del dólar soja, la compensación es una medida positiva pero no es el sistema económico que va a hacer aumentar la producción. Por el contrario, la va a ir concentrando por falta de competitividad de las empresas de menor escala”.
Jorge Amado, vocero de la entidad, indicó que “el hilo se corta por lo más fino y, tal como están las cosas, las empresas más chicas y las familiares corren serio riesgo de no poder seguir en el sistema en las condiciones actuales”.
El valor máximo del capón es de 380 pesos y el costo de producir un kilo ronda los 350 pesos, pero es mayor en los criaderos de menor escala que no pueden producir su propio alimento y que tienen costos fijos más altos.
“Los costos de producción se han incrementado más que el precio y entramos en el momento del año de menos demanda por lo que a muchos les esperan meses difíciles”, finalizó Amado.