La semana pasada el presidente Joe Biden anunció en la Cumbre Climática Global que EE.UU. reduciría a la mitad la emisión de gases de efecto invernadero para 2030 con respecto a los niveles de 2005. Y que para 2035 un 100% de la generación de electricidad estará libre de carbono
Para alcanzar tal meta es necesario expandir la capacidad de generación de energía eléctrica de fuentes renovables en un 150% respecto de los niveles actuales. Un desafío enorme.
La agencia de noticias estadounidense Bloomberg, junto con investigadores de la Universidad de Princeton, se pusieron a hacer cuentas sobre esa promesa para determinar, por ejemplo, que se necesitaría ocupar una porción de territorio equivalente al estado de Dakota del Sur si se aumentase en un 10% anual acumulativo la capacidad de generación de energía eólica y solar.
Eso porque los parques eólicos, las instalaciones solares y otras formas de energía limpia ocupan mucho más espacio por vatio que sus “hermanos” fósiles. Un parque eólico de 200 megavatios, por ejemplo, puede llegar a requerir la distribución de turbinas en un área de 49 kilómetros cuadrados, mientras que una planta de energía de gas natural con la misma capacidad de generación podría caber en apenas una sola manzana.
Otra alternativa es la energía hidroeléctrica, pero, para acceder a la misma, se requieren inversiones gigantescas tanto en los propios diseños de represas como en los tendidos eléctricos, dado que las proyectos hidroeléctricos suelen estar a grandes distancias de los centros más poblados.
Los parques eólicos también pueden instalarse en el océano y los paneles fotovoltaicos en los desiertos, pero, nuevamente, se requieren grandes inversiones para distribuir la energía desde el origen hacia los centros más poblados.
El artículo de Bloomberg indica que, para poder alcanzar la meta, EE.UU. deberá depender mucho menos de la energía eólica y solar y, en su lugar, construir cientos de plantas nucleares y plantas de gas natural equipadas con sistemas para capturar el dióxido de carbono antes de que el mismo se escape a la atmósfera.