En la sede del INTA Pocito, en San Juan, se inauguró este jueves un laboratorio que podrá ofrecer el servicio de análisis de determinación de compuestos con actividad farmacológica propia de la planta de cannabis, un cultivo que es impulsado activamente por el gobierno de San Juan a partir de una empresas estatal que recién está dando los primeros pasos para poner a producir ese cultivo sobre 950 hectáreas compradas en la provincia.
A largo plazo, los resultados que ofrecerá este laboratorio tendrán relación directa con la dosis recomendada para tratar determinadas enfermedades. El equipo de técnicos del INTA se enfocaba sobre todo hasta ahora al análisis de las muestras del aceite de oliva tradicional en esa región. A partir de que comience a fluir la producción -sería en el segundo semestre de 2023- también se dedicaría a analizar los compuestos de los cultivos y el aceite de cannabis.
Tanta es la proyección que le asignan las autoridades a la incipiente industria del cannabis medicinal, que de este inauguración participaron Carla Vizzotti, la ministra de la Salud de la Nación, el gobernador sanjuanino Sergio Uñac, el director nacional del INTA Carlos Parera, y muchos otros funcionarios. También estuvo Roberto Correa, que es presidente de CANME, sigla de una sociedad del estado sanjuanino llamada Cannabis Medicinal Origen San Juan.
En el acto, Parera destacó la necesidad de contar en INTA con este laboratorio “para acompañar esta nueva actividad productiva y dar respuesta a las demandas de la sociedad”. Las instalaciones servirán para que “toda la producción de aceite de cannabis y sus derivados se hagan con los controles de estándares de calidad, tarea que realizará justamente este laboratorio. Además, podrá apoyar al sector productivo de otras partes del país que quieran hacer los controles de calidad”.
“Hace un año y medio pedí la autorización para montar el laboratorio, entre el INTA y el gobierno se han invertido 550 mil dólares. Para nosotros hoy es un día de fiesta, desde que arrancamos en 2019, cuando al gobernador se le ocurrió la idea, comenzamos a trabajar con todo por hacer. Este es uno de los primeros logros que podemos mostrar”, indicó Correa, de la empresa sanjuanina.
Lo cierto es que con esta inauguración queda habilitado el “primer laboratorio de análisis de aceite de Cannabis en el centro oeste del país y el primero en el que el INTA aporta sus capacidades para la tarea”, según destacó Mónica Ruiz, directora del INTA San Juan, que contó que el proyecto “implicó adquirir nuevas destrezas para las determinaciones en cannabis, ya que la expertise del equipo estaba centrado hasta ahora en el aceite de oliva. También se han adquirido los conocimientos necesarios para operar los nuevos equipos especializados que conforman este laboratorio”.
Este laboratorio ayudará a determinar cannabinoides y terpenos en las matrices derivadas del cannabis, que son compuestos con actividad farmacológica propia de la planta. Este paso es vital para que el profesional médico realice la propuesta de dosificación correcta en cada patología.
Todo dentro de un plan para desarrollar la producción de cannabis medicinal en territorio sanjuanino que viene mucho más atrasado que la instalación de este laboratorio de calidad. Según indicó Correa, para el segundo trimestre del 2023 estarían licitando la primera producción de aceites medicinales a nivel provincial.
A la par de este emprendimiento junto a INTA, la estatal CANME avanza en el diseño de un Laboratorio de Producción del aceite de cannabis en hospital Lanteri, para los cultivos propios que está realizando esa sociedad estatal. Cabe destacar que el primer laboratorio estatal argentino es el de Jujuy. El de San Juan serpa similar, pero con un método de extracción diferente al jujeño.
Los avances en este sector, muy poco desarrollado en el país, fueron en base a la Ley Nacional 27.350, sancionada el 29 de marzo de 2017. La norma establece un marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor de la planta de cannabis y sus derivados, garantizando y promoviendo el cuidado integral de la salud. Dos años más tarde, el 5 de septiembre de 2019, la Legislatura de San Juan sancionó una Ley Provincial 1951-A, que crea este ente Cannabis Medicinal San Juan Sociedad del Estado.
Su misión es elaborar productos medicinales de alta calidad y trazabilidad a partir del cannabis, a través de alianzas estratégicas con organismos públicos y privados, universidades, organizaciones científicas e instituciones médico asistenciales. Siempre bajo el principio de la sustentabilidad ambiental, social y económica.
El Ministerio de Salud de la Nación mediante resolución 571/2021 aprobó el proyecto de investigación sobre el cultivo de cannabis con fines de investigación médica y científica en el predio ubicado en el Campo Grande del Acequión, departamento Sarmiento. En los primeros pasos, se licitó la compra y montaje de un invernadero de 1.000 metros cuadrados en el campo estatal de 920 hectáreas, donde se cultivaron las plantaciones propias de cannabis de la provincia para alimentar al futuro laboratorio estatal.
CanMe realizó una convocatoria y seleccionó cinco empresas privadas (luego se sumó una más) con las que trabajó en conjunto para desarrollar el plan de investigación médico y científico. Se realizó una evaluación agronómica de las variedades de semilla que mejor se adaptaron a las condiciones ambientales de la provincia.
En octubre de 2021, San Juan recibió las primeras semillas de cannabis. Y en diciembre de 2021 se realizó la primera cosecha de flores para la producción de aceite de las variedades Auto Alpha y Auto Magik.
En marzo 2022, CanMe San Juan adquierió una estación meteorológica, un nuevo equipo que permite el seguimiento de datos y condiciones meteorológicas en el predio de Acequión. Alli las empresas trabajan gracias a un comodato con el Estado provincial que además del terreno les provee todos los servicios de agua, electricidad y vigilancia. Pero falta: Recién en noviembre se licitó la provisión de los equipos de riego para poder poner a producir en el predio.
El campo de 920 hectáreas de CanMe fue seleccionado por contar con características que @lo convierten en un suelo óptimo para este tipo de cultivo. La zona tiene un bajo porcentaje de precipitaciones en promedio y se califica como desierto, por contar con menos de 100 milímetros anuales en toda su extensión. La mayor parte de esas precipitaciones se producen en el semestre cálido, de octubre a marzo.