Desde hace rato que estaba planteada la polémica, que ahora estalló: Brasil está decidido a avanzar (y de hecho lo está haciendo) hacia zonas libres de fiebre aftosa “sin vacunación”. Pero la Argentina se resiste a esa idea, porque ya se quemó con leche en la crisis de 2001, cuando dejó de vacunar su rodeo y le aparecieron brotes por todos lados.
Estaba planteada desde hace rato esta diferente visión entre países que no coinciden en la estrategia sanitaria frente a la fiebre aftosa, a pesar de que después se llenan la boca proclamando que este lucha sanitaria debe ser fde carácter regional para ofrecer buenos resultados.
Finalmente la polémica estalló. Y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) emitió una declaración en la que expresa que “generó sorpresa en el organismo sanitario la decisión de Brasil de dejar de inocular a su rodeo, sobre todo la anticipación en Rio Grande do Sul; por los riesgos e implicancias que tendría al ser un estado fronterizo a la Argentina”.
A fin de abril, el Ministerio de Agricultura de Brasil (Mapa) publicó en el boletín oficial de ese país la Instrucción Normativa 36, que prohibió la comercialziación y el uso de la vacuna contra la aftosa en el estado de Río Grande do Sul, fronterizo con la provincia argentino de Misiones y Corrientes, donde hay un stock de al menos 5 millones de cabezas bovinas.
“Esta nueva área se junta con el restado de Paraná (también fronterizo con Argentina) en un proyecto de ampliacion de las zonas libres de fiebre aftosa sin vacunación. La decisión cuenta con apoyo y participación de los sectores publico y proivado de los estados involucrados”, destacó el Mapa.
En este contexto, la respuesta del Senasa argentino ante la existencia en la frontera de una doble vara frente a la zoonosis fue “ratificar” el plan de vacunación contra la fiebre aftosa, al que consideró como una “acción indispensable para sostener el estatus sanitario del país”. La Argentina, desde el 2001, ostenta el rango de “país libre con vacunación”, a excepción de la región patagónica, donde no se vacuna.
Pero en una nueva escalada de tensión con Brasil, el mismo Senasa comunicó que “esta mañana las autoridades del Senasa hablaron con José Guilherme Tollstadius Leal, secretario de Defensa Agropecuaria de Brasil, solicitando información sobre las condiciones en que tomaron la decisión de dejar de vacunar contra la aftosa y las garantías suficientes para que la región no se vea afectada por un posible rebrote de la enfermedad, que impactaría en el comercio internacional de carnes”.
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Por lo pronto, destacó Senasa que aquí a la vacunación se la toman tan en serio que “en la actual campaña el Estado provea de la vacuna a los pequeños productores de provincias limítrofes, como Misiones, para que puedan inmunizar sus animales”.
“La inmunidad del rodeo nacional es una responsabilidad que llevan adelante el Senasa, las provincias, municipios y productores en una acción de conjunto donde cada uno aporta su esfuerzo por el bien común”, elogió el organismo nacional, que ayer además dispuso extender el plazo de vacunación por 30 días en ocho provincias de la zona central del país, para asegurar la inmunidad de todo el rodeo en medio del aislamiento social obligatorio dispuesto por el gobierno nacional a raíz de la pandemia.