Luego de mucho trabajo realizado a pulmón por agrónomos, enólogos y bodegueros sanjuaninos, esta semana el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) reconoció mediante la Resolución 57/2024 que la variedad Torrontés Sanjuanino es apta para “elaborar vinos de calidad”.
Si bien esta uva tiene una gran tradición en aquella provincia, con cultivares que rosan el siglo de vida en los departamentos de montaña, hasta ahora era considerada como una de bajo valor enológico, en comparación con las mucho más tradicionales cultivadas en La Rioja o en Cafayate, Salta, a pesar de tener gran aceptación de los consumidores. Eso motivó la realización de una fuerte campaña para lograr su reconocimiento oficial.
“Aquí hay cepajes muy viejos que tienen entre 80 y 90 años, que obviamente entregan una calidad de fruta muy interesante. Eso motivó una movida muy fuerte en departamentos como Calingasta e Iglesias, donde colegas y bodegas instaladas ahí comenzaron a ponerlos en valor y a elaborar vinos naranjos o más frescos. Son variedades perdidas allá en las alturas pero cuyos vinos son muy ricos”, dijo a Bichos de Campo Pedro Pellegrina, presidente del Consejo Profesional Enólogos de San Juan.
¿Pero qué hizo que aquella uva fuera calificada como una “tipo B”, de baja calidad? Para Pellegrina no había justificación aparente.
“El INV ya tenía un listado de variedades nobles como Chardonnay, Vionier, Sauvignon Blanc, Torrontés Riojano, e incluso Criolla, pero dejaba afuera al Torrontés Sanjuanino. La pregunta que nos hacíamos entre colegas era qué se medía para definir eso. ¿Acaso una generaba mayor acidez que otra, maduraba más temprano o más tarde, o tenía menos aroma? No encontrábamos justificación porque al consumidor le gustaba. Ahí germinó una lucha que finalmente hizo que el INV la contemplara como opción”, explicó el enólogo.
Aún así esta variedad, que es cultivada en apenas un puñado de hectáreas en la zona montañosa pero que se extiende por miles más en el Valle de Tulúm, sí tiene diferencias reconocibles con el famoso Torrontés Riojano.
“El torrontés sanjuanino te lo describo como un vino un poco menos aromático, más rústico, con un poco menos de elegancia que un torrontés riojano, pero no menos rico y de mayor producción en kilos. Es una uva que produce cantidad, desde el punto de vista de la relación precio/calidad o lo que significa un litro de uno y otro. Es más barato el torrontés sanjuanino”, detalló Pellegrina.
-¿Finalmente qué debieron hacer para lograr que salga esta decisión?- le preguntamos.
-Básicamente lobby con las autoridades. Eso supone dar charlas, hacer degustaciones y demostrar que no hay cuestión técnica que demuestre que es de baja calidad. Todo eso teniendo en cuenta que se está vendiendo mucho y que hay un consumidor para ese vino. No fue un trámite muy difícil sino que fue ponerle foco e insistir con eso. Cayó por su propio peso.