Chubut es la única provincia del país que está ensayando un programa de ganadería regenerativa, que obviamente se llama “Chubut Regenera” (son ganaderos, no expertos en márketing).
La iniciativa tiene el objetivo de paliar la degradación de los pastizales naturales y detener el proceso de desertificación en esa región, donde el manejo extensivo de la ganadería ovina en el último siglo llevó a un deterioro que hacía cada vez más inviable la producción en la estepa patagónica, donde las cargas animales debían disminuir con el correr de las décadas.
Chubut tiene una producción lanera crucial, pues es casi imposible poder desarrollar cualquier otra actividad productiva. Por eso el problema de la desertificación ocupa las mentes de productores, técnicos y hasta los políticos.
Luego de probar con diversos programas para que no caiga la producción ovina, sin mucho éxito, empezaron a probar con el manejo holístico. Se trata de un sistema que desde la empresa Ovis 21 impulsan desde hace una década en algunas áreas de la Patagonia con resultados muy buenos, que permiten aumentar la carga animal en pocos años.
Gabriela Degorgue es actualmente la coordinadora del programa Chubut Regenera. Contó a Bichos de Campo las experiencias de dicho modo de trabajo: “En primera instancia llevamos a cabo los talleres y formamos 20 técnicos. Los talleres fueron en diversos puntos de la provincia y llegaron a 200 productores, de los cuales muchos se inscribieron de forma voluntaria para ser partícipes del programa en sus inicios. Esta vocación es importante porque deben comprometerse con el manejo para que luego puedan llevarlo a cabo por si solos”, describió.
Aquí la entrevista con Gabriela Degorgue:
Luego, en el programa seleccionaron los campos donde iban a trabajar. Fueron 24 establecimientos sumando 250 mil hectáreas, los cuales se dividieron en 4 grupos de 6 campos para que los técnicos atiendan regularmente.
El manejo holístico implica tanto la planificación de las finanzas como de la tierra y básicamente del pastoreo. Técnicos y productores evalúan todas las variables y diseñan un esquema de pastoreo intensivo y rotativo según las características de la zona.
Esta técnica permite que los lotes puedan recuperar especies forrajeras valiosas que con la presión de la herbivoría ya no tenían oportunidad de crecer.
“Empezaron a aparecer especies forrajeras que pensamos que habían desaparecido”, contó Degorgue a Bichos de Campo.
“Los tiempos de recuperación de los lotes rondan los 180 días, dependiendo de la humedad de las zonas”, agregó.
La prueba piloto del programa parece haber sido todo un éxito y los productores están satisfechos con los resultados, pidiendo una continuidad. Es que ven que la receptividad de los campos aumenta. “Aspiramos a crecer el año que viene porque tenemos alta demanda para que esto siga. Estamos encantados de lo que está sucediendo”, finalizó la coordinadora de Chubut Regenera.