Pedro Vigneau es productor agropecuario en Bolivar (Buenos Aires), Corrientes y Río Negro, y además fue presidente de Aapresid (productores bajo siembra directa). Consultado por las herramientas que usa en su campo y precisamente por el controversial glifosato, señaló que ese herbicida “todavía cumple un rol importante en la producción agrícola, pero a futuro tenemos que pensar en otras tecnologías”.
“No será eterno el glifosato. Hoy se usa y sigue abarantando la producción, pese a que tengamos problemas de malezas resistentes. Pero a futuro habrá que pensar en otras cosas”, afirmó Vigenau en referencia al herbicida de amplio espectro más utilizado en el agro argentino desde hace más de 20 años.
Aquí la entrevista completa con el productor bonaerense:
En cuanto a la seguridad de su uso y las denuncias sobre su riesgo toxicológico, Vigneau destacó que el glifosato “se encuentra aprobado en más de 160 países en todo el mundo, siguiendo los protocolos de las principales entidades en la materia”.
“Yo soy el primer interesado en saber si es seguro, porque mis hijos duermen a metros de donde lo aplicamos y mi familia es lo que más quiero en el mundo”, dijo Pedro a Bichos de Campo. “Por eso investigo, y hay una cantidad inmensa de regulaciones en todo el mundo que lo aprueban. Aquí lo hace el Senasa, que es muy reconocido”, agregó.
-El productor puede llegar a ser poco tóxico… ¿Pero puede haber casos de mala praxis?
-Sí, claro, en cualquier lugar y actividad. Igualmente con el glifosato es muy difícil hacer macanas, debido a que el principio activo afecta a las plantas, no al reino animal. Claro que puede haber errores burdos -intoxicaciones agudas por el contacto- y ahí si queremos avanzar como sociedad, lo que tenemos que hacer es denunciarlos. No se puede apañar al que hace mal las cosas.
Vigneau, de todas formas, asume que no tendrá mucha más vida este herbicida, fundamentalmente por los casos de aparición de malezas resistentes, que se suceden y encarecen el sistema productivo.
Como alternativa, dijo Pedro, “estamos viendo cosas muy interesantes como son los cultivos de servicio que actúan como ‘puentes verdes’ y disminuyen notablemente las aplicaciones. Añadió que a futuro la tendencia será la utilización de máquinas que “apliquen donde está la maleza y no donde no la hay”, pensó.
“El glifosato ha sido una herramienta muy noble, que hizo que podamos haber dado ese salto productivo produciendo alimentos para todo el mundo a precios accesibles. Pero no es eterno. Habrá que ver por dónde sigue la investigación”, manifestó. Vigneau.