A un mes de que se inicie la vacunación de primavera contra la fiebre aftosa, un grupo de productores ganaderos, de la zona de islas en el Delta del Paraná, está dispuesto a volver a poner en discusión sobre el costo de esos operativos sanitarios en agenda.
Pero esta vez el foco no está puesto en el costo de cada dosis -que a comienzos de este año fue un tema central, luego de que saltara a la luz que aquí llegaba en algunos casos a 2 dólares y era mucho mayor al de otros países vecinos-, sino en los denominados “costos operativos” que acumulan los entes o fundaciones sanitarios que llevan adelante la vacunación en las distintas regiones del país.
El caso ya tiene enfrentados a unos 30 productores del Delta del Paraná, que reúnen en conjunto unas 15.000 cabezas de ganado, con el ente que les toca y que corresponde a la Sociedad Rural de Exaltación de la Cruz desde hace varios años. Esta polémica fue previamente mencionada por Bichos de Campo en abril de este año, durante la campaña de vacunación de otoño.
El reclamo central, que en las últimas semanas se potenció, apunta al costo que ese ente bonaerense fija para cada aplicación de la vacuna antiaftósica, que según pudieron constatar con otros entes provinciales es considerablemente más alto.
“El asunto no nos llamó la atención hasta que nos pusimos en contacto con productores de Entre Ríos y nos entramos de que allí pagaban menos de la mitad por la aplicación de la vacuna. Nos empezamos a movilizar y notamos que el ente de Exaltación de la Cruz cobraba más del doble que cualquier otro ente”, dijo a Bichos de Campo Carlos Alberto López, productor ganadero y delegado zonal de las Islas del Delta del Paraná en la Sociedad Rural de la Provincia de Buenos Aires.
Desde el regreso de la enfermedad en el año 2001, la ley estipuló que estaría a cargo de los productores la conformación de los entes, y que a partir de esa estructura de fundaciones se realizará la vacunación. Para esto había que inscribirse en un registro oficial y cumplir determinado protocolo que incluía la necesidad de tener instalaciones adecuadas para conservar las vacunas y asegurar su traslado en condiciones. También suponía la formación de vacunadores, que podía ser los mismos productores, a través de un curso que dictaba (y aún dicta) el Senasa.
En el año 2003, López y otros productores de las islas barajaron la posibilidad de armar su propio ente, dado que en los años 90, previo a los 2000, la cooperativa local Río Carabelas Ltda. había llevado adelante con éxito campañas de vacunación, y contaba con experiencia suficiente. Sin embargo, la iniciativa no avanzó ya que para ese entonces la Sociedad Rural de Exaltación de la Cruz había formado el suyo.
Si bien los componentes que hacen al costo de vacunación son similares entre los distintos entes, lo cierto es que los precios que fijan para cada zona difieren. En el caso del Delta, por ejemplo, hay que transportarse por agua.
“Hace 14 años que vengo controlando los valores. Te doy un ejemplo al azar. En Exaltación de la Cruz, la vacuna nos sale 3.100 pesos, mientras que en General Lavalle sale 1.940 pesos. Si pagás dentro de los 15 días después de la vacunación, en Exaltación el precio sube a 3.410, y en Lavalle a 2.056 pesos. Fijate la diferencia. Después, si pagás pasados los 15 días de la vacunación, porque por ejemplo no contabas con el dinero, en Exaltación te sale 4.410 pesos y en Lavalle 2.173. Y si pagás 60 días después, cuando ya terminó la vacunación, Exaltación te cobra 5.400 pesos y Lavalle 2.400. Hay un sobreprecio considerable y eso que no tomé el caso más barato”, detalló López.
¿Qué costos integran esos valores? El precio que fija el laboratorio que produce la vacuna; el costo del vacunador entrenado por Senasa, que hoy ronda el 10% del Índice Novillo del Mercado de Cañuelas; los viáticos del vacunador, que contemplan su traslado al campo (aunque hay productores que deciden descontarlo al irlo a buscar); y un adicional que es equivalente al costo del vacunador, es decir otro 10% del Índice Novillo, que se destina a los gastos administrativos del ente, como la impresión de las actas, el mantenimiento de heladeras para las vacunas, de un freezer para los congelantes, etc.
Toda esta batería de datos fue lo que motivó a los 30 productores isleños a buscar otra alternativa, al punto que desde el propio INTA Delta les sugirieron armar un ente propio.
“Yo integro el Consejo Local Asesor del INTA en el Delta, y le planteé nuestro problema al director. El nos sugirió formar un ente dentro de la propia cooperadora de INTA. De hecho hicimos el trámite en Senasa, y en 2019 fuimos habilitados para hacerlo. Pero luego nos dieron de baja de oficio porque nunca llegó a funcionar. ¿La razón? La Comisión Provincial de Sanidad Animal (COPROSA) nunca nos dio su aprobación”, explicó el ganadero.
La negativa de esa Comisión, cuya misión es lograr acuerdos entre los entes de un mismo territorio, no fue para los productores debidamente argumentada y, por el contrario, atribuyeron la situación a un conflicto de intereses.
“La COPROSA no nos aprobó la creación del ente porque Fernando Boracchia, referente de la Sociedad Rural de Exaltación de la Cruz, Zárate y Campana, es parte del Consejo Administrativo de esa Comisión. Es decir que es juez y es parte. Cuando hicimos la presentación y se nos dijo que lo iban a someter a votación, el productor y abogado que me acompañó me indicó que ellos no se manejan por votación. Las decisiones las toma su director. Este señor intervino y evitó la aprobación”, señaló López.
Esa situación motivó a los productores a cambiar su plan de acción y a realizar averiguaciones para nuclearse en otro ente ya existente de la provincia. A partir del consejo de su asesor, asistieron a FundAzul –el ente de la Sociedad Rural de Azul- para efectuar el cambio.
“En Azul se vacuna a 600.000 cabezas, contra las 80.000 que vacunan en Exaltación de la Cruz. Imaginate la magnitud del ente de Azul. Fuimos a encontrarnos con su titular, Charly Masson, y al igual que nosotros se indignó porque esto a todas luces es injusto. Se echó la causa al hombro y con su ayuda la semana pasada 10 productores de las Islas hicimos el curso de vacunadores y nos inscribimos en la Fundación de Azul. Se lo informamos al señor Boracchia, indicando que nos íbamos de su ente, y lo rechazó. Incluso nos amenazó con hacernos juicio afirmando que por esto iba a tener que despedir a varios vacunadores, cosa que es mentira”, afirmó el productor.
A continuación, añadió: “Creo que es un disparate que desde hace 14 años queramos hacer esto y no podamos. Algo está pasando, y nosotros como productores no tenemos manera de averiguarlo. Incluso recurrimos a las entidades, como la Sociedad Rural Argentina, y nadie nos ayudó. Si Senasa nos lo aprobó y la Coprosa no, evidentemente hay intereses cruzados”.
-¿Qué alternativa les queda ahora?- le preguntamos.
-Falta una instancia más que es el próximo miércoles 18. Se hará una reunión en la COPROSA, de la que participará Charly Masson, presidente de FundAzul, quien también integra ese Consejo Administrativo. Se va a discutir frente al señor Héctor Trotta, director provincial de Ganadería, y habrá que tomar una decisión. La realidad es que nosotros ya le tenemos miedo a este tipo, porque sistemáticamente voltea lo que hacemos.
-Si esto no se resuelve, ¿la próxima vacunación la deberán realizar con el ente de Exaltación de la Cruz?
-No y eso lo quiero destacar. De ninguna manera vamos a volver a vacunar con ese ente. Si es necesario pediremos un recurso de amparo, intervendremos judicialmente. Pero no queremos vacunar más con ellos. Hay que aclarar que no es que no queremos vacunar. Lo que no queremos es pagar un sobreprecio, porque es demasiada plata la que nos piden. Vacunaremos con cualquier otro ente, menos con el de Exaltación de la Cruz.
Buenos días, es totalmente cierta la información publicada en esta nota, yo soy uno de esos productores del Delta que también estoy padeciendo éste sobreprecio desmedido, totalmente harto de pagar valores que no corresponden, espero ansiosamente poder vacunar con Fundazul esta nueva campaña, hasta que podamos empezar a vacunar con nuestro propio ente; y así poder continuar vacunando y cumpliendo las reglamentaciones vigentes, pero sin estar sometidos a un monopolio abusivo que nos viene pisndo desde hace más de 20 años.
Espero que las autoridades correspondientes, analicen la situación del caso. Debería ser para todos igual el costo de la vacunación.
No se pide ayuda ni privilegios..
Solo igualdad y criterio en la toma de decisiones!
Excelente decisión, muchas gremiales viven de la vacunación.
Es un absurdo los precios excesivos. Es hora que cada productor o entidad defienda su bolsillos de las entidades ineficientes.
Totalmente justo el reclamo y la postura de los productores del delta. No pueden avalar con su silencio el abuso de la Sociedad Rural de Exaltación de la Cruz.