En una declaración pública de alto voltaje, la cadena productiva del azúcar reclamó a la Cámara de Diputados que establezca cambios en el proyecto de ley que ya recibió media sanción del Senado y que propicia el etiquetado frontal de los alimentos procesados. Tal como está escrito, a juicio de ingenios y cañeros, ese proyecto “busca demonizar al azúcar, un alimento natural que -como todos- debe consumirse adecuadamente”.
Con fortaleza en las provincias de Tucumán, Jujuy y Salta, la cadena lanzó una proclama para tratar de moderar esta norma que obligaría a las empresas alimenticias a colocar un sello negro en el empaque de sus productos alertando al consumidor sobre la cantidad de azúcares presente en cada uno de ellos, entre otros factores alimenticios.
La firmaron a esta declaración la Unión Cañeros Independientes de Tucumán, el Centro de Agricultores Cañeros de Tucumán, los Cañeros Unidos del Este, la Unión Cañeros Independientes de Jujuy y Salta, y el Centro Azucarero Argentino. En total, según se dijo, estas entidades agrupan a 20 ingenios y 8100 productores cañeros.
¿Y qué cambios les gustaría aplicar en la Ley de Etiquetado? Los azucareros insisten en “la necesidad y obligación de informar con veracidad al consumidor, pero advirtiendo que no corresponde poner en riesgo a la producción y el trabajo con la adopción de modelos que, quizás inspirados en la protección de la salud, parten de consideraciones prejuiciosas”.
Por otro lado, en la misma declaración, la cadena azucarera advirtió que “el sector registró un fuerte impactó por la emergencia sanitaria, que ocasionó una brusca caída de la demanda de bioetanol y también por el congelamiento de los precios del etanol y del azúcar para el consumo masivo”.
En ese contexto se manifestó sobre otro proyecto que tiene media sanción en el Congreso, pero en esta caso a favor. En este caso, se trata de la la prórroga de la Ley de Biocombustibles 26.093, ya aprobada por unanimidad en el Senado. Aunque originalmente el sector pedía una ampliación de la política de apoyo al bioetanol que se utiliza para el corte de las naftas, el sector se conforma con estirar la vida útil del plan que ahora existe. “Es indispensable para la sostenibilidad socio-económica de la actividad productiva más importante del NOA”, indicaron.
Estas circunstancias preocupan a los productores de caña de azúcar y a quienes la muelen cerca del final de una temporada productiva que ya concluyó en Tucumán y que a fines de noviembre terminará en Jujuy y Salta. En este ciclo 2020 la producción “será de alrededor de 1.761.000 toneladas de azúcar y 530.000 metros cúbicos de alcohol, con los que serán debidamente abastecidas las demandas de azúcar, de bioetanol para el corte con naftas y de alcohol hidratado”.