Esta semana el Rosgan (Mercado Ganadero de Rosario) estuvo de festejos, ya que llegó a su 12º aniversario. Raúl Milano, su director ejecutivo, hizo el balance correspondiente y habló también de los cambios comerciales pendientes en la ganadería y los que ya asoman. El Rosgan reúne a 11 consignatarios, tiene un promedio de ventas mensuales de entre 25 y 30 mil animales y en este tiempo comercializó 3,5 millones de cabezas.
Milano recordó los inicios: “Arrancamos en 2008. Estábamos listos en marzo pero fue el año de la Resolución 125 y entonces comenzamos en octubre”.
Escuchá la entrevista a Raúl MIlano:
“No es fácil en Argentina armar mercados que sean referencia de precios. Pero se logró en parte porque contamos con una institución (la Bolsa de Comercio de Rosario) que cobija y nos permite tener normas y protocolos y contar con este elemento para la definición de precios de la invernada y cría”, reflexionó.
Luego se refirió a la evolución de los sistemas comerciales del sector pecuario: “La ganadería está 100 años atrasada respecto de la agricultura, pero eso está cambiando esto ahora. El warrant en cereales está desde 1914, pero en ganadería todavía no existe. Respecto del forward, el contrato de futuros con entrega de mercadería lo desarrollamos hacer 4 o 5 años, pero cuesta que sea aceptado como herramienta comercial”, describió el director del Rosgan.
El sportivo Rosgan completó los once jugadores y busca nuevos sistemas de juego
Milano cree que esas diferencias tienen que ver con cuestiones culturales, con la posición que asume el productor a la hora de negociar su mercadería, además de dinámicas propias de cada cadena productiva. “La ganadería tiene hecho un gran trabajo de tranqueras adentro, pero los mercados son tranqueras afuera. La diferencia muchas veces se hace tranqueras afuera”, recordó MIlano.
Dijo además que cuesta generar mecanismos propios de los mercados de futuros porque en el sector ganadero no hay una demanda concentrada con gran espalda financiera, como sucede en el mercado de granos sino una atomizada en miles de operadores, lo que para muchos es una fortaleza porque permite una mayor competencia.
Sin embargo Milano cree que se están dando “cambios culturales” importantes también entre los productores de terneros. “Se está dando la utilización de instrumentos comerciales y con ellos van a aparecer formas de financiamiento. Estamos asistiendo a un gran cambio de los formatos comerciales acelerado por la pandemia”, indicó.