Por Nicolás Razzetti (@NicoRazzetti).-
Luego de una malograda cosecha de soja y maíz, que dejó fuertes pérdidas económicas, los productores están adoptando una postura más precavida ante la campaña triguera. Lo que intentan es asegurarse un buen resultado ante un ciclo que pinta bien desde lo climático, con un cultivo que goza de buenos precios y todavía mantiene una favorable relación entre insumo y producto.
Precavidos, como se dijo, muchos productores decidieron adelantar las ventas para así definir el precio del cereal que se va a cosechar entre diciembre y enero. Hasta el momento, se vendieron a la exportación 1,8 millón de toneladas, el triple del volumen negociado a igual época de la campaña pasada, cuando apenas se habían colocado 600 mil toneladas según las estadísticas que publica el ministerio de Agroindustria.
Y la misma precaución tomaron los exportadores, que ya declararon embarques por 1,2 millón de trigo de la cosecha 2018/19, que quedarían así a salvo de cualquier cambio en la política económica sectorial (retenciones), como se temió en las últimas semanas.
Las pérdidas productivas y económicas que causó la sequía en la cosecha de soja y maíz obligan a los productores a cambiar de actitud y evitar quedar presos de los valores que se puedan obtener en diciembre y enero, cuando la presión de la oferta suele deprimir los precios. Más en años como éste, en el que se espera una siembra que superaría las 6 millones de hectáreas y cuya producción podría llegar a 20 millones de toneladas. Sería récord absoluto en la producción triguera local.
Asegurarse el precio de venta, que ronda los 185 o 190 dólares en las posiciones diciembre y enero de Matba y Rofex, es una forma de ir cerrando el margen de la campaña.
Con ese objetivo, ante la falta de capital de trabajo y con una financiación bancaria con tasas que superan por mucho a la inflación, muchos productores están también cerrando canjes a cosecha con las empresas proveedoras de insumos, en operaciones que toman como referencia esas cotizaciones.
Hay que tener en cuenta que la suba del dólar y del petróleo le pega al valor de insumos como los fertilizantes, por lo cual definir el costo se vuelve prioridad para achicar el margen de volatilidad en el resultado económico de la campaña.
En tal sentido, el analista del mercado de granos Adrián Seltzer dijo que los 190 dólares a que cotiza actualmente el trigo “es un valor atractivo para el productor y eso se refleja en el volumen de ventas. Hoy es conveniente aprovechar los valores forward (a futuro) o recurrir a las herramientas del mercado a término”, añadió.
El consultor agregó que “para quienes tengan las posibilidades financieras de postergar las ventas también son convenientes los pases a las posiciones post cosecha, en las que se logran valores de 195/200 dólares. Se obtiene así un plus de precio que podría más que compensar los costos de almacenamiento y flete”.