Mosaic es uno de los gigantes mundiales en la producción de fertilizantes fosfatados y de potasio, con sede en Tampa, Florida. La compañía nació en 2004 a partir de la fusión de IMC Global con la división de nutrición de cultivos de Cargill, y desde entonces se convirtió en el mayor proveedor integrado de estos productos en Norteamérica, con operaciones en Sudamérica y activos estratégicos en Perú y Brasil. Su modelo combina la extracción y procesamiento de minerales con una red de mezcla, distribución y venta que le permite llegar de manera directa a productores agrícolas.
La compañía estructura sus operaciones en tres segmentos bien definidos y con activos duros de gran escala. En Fosfatos concentra minas y plantas de procesamiento en Florida y Luisiana, además de su participación en la mina de roca fosfática Miski Mayo, en Perú.
A su vez, el negocio de Potasio se apoya en sus operaciones de Esterhazy, Belle Plaine y Colonsay, en Saskatchewan, Canadá, donde obras de expansión en Esterhazy elevó su capacidad por encima de 7 millones de toneladas anuales, con ventas internacionales canalizadas a través de Canpotex, el consorcio exportador del sector.
Finalmente, con Mosaic Fertilizantes cuenta con operaciones integradas en Brasil y Paraguay, con cinco minas de roca fosfática, cuatro plantas químicas, una mina de potasio y una amplia red de distribución que incluye puertos y plantas de procesamiento.
En Sudamérica, el brazo de Mosaic Fertilizantes tiene el corazón en Brasil, con once plantas de mezcla y procesamiento, un puerto en Paranaguá y una capacidad instalada de 8,6 millones de toneladas, lo que la convirtió en el segundo mayor operador del mercado brasileño tras la compra de Vale Fertilizantes en 2018.
En Argentina, la historia fue distinta. Mosaic había desembarcado con operaciones de distribución en los años noventa y durante un tiempo abasteció de manera directa al mercado local. Pero en 2013, en medio de una revisión estratégica, anunció la venta de su negocio en el país junto con el de Chile. Desde entonces, la compañía ya no tiene presencia productiva ni comercial propia en Argentina. Su influencia llega de manera indirecta, vía precios internacionales y abastecimiento desde Brasil o Perú.
En este marco, el 2024 le dejó a la compañía un balance marcado por la caída de precios internacionales y el aumento de costos. Mosaic registró ventas por 11.122,8 millones de dólares, con una fuerte participación de la unidad sudamericana, que aportó 4.422,3 millones y consolidó a Brasil como un mercado clave junto a Estados Unidos (que lideró con 3.970 millones). El negocio de fosfatados facturó 3.793,3 millones de dólares, mientras que Potasio aportó 2.371 millones.
En volúmenes, Fosfatados despachó 8,23 millones de toneladas métricas, Potasio 8,74 millones y Mosaic Fertilizantes 9,03 millones. La compañía cerró el ejercicio con activos totales por 22.924 millones de dólares y un resultado neto de apenas 175 millones, muy por debajo de los niveles de años anteriores, lo que refleja la presión de márgenes en un ciclo de precios más bajos.
A su vez, el primer semestre de 2025 mostró una recuperación más clara. Al 30 de junio, Mosaic acumulaba activos por 24.305 millones de dólares y reportó en el segundo trimestre ingresos por 3.036 millones, con una utilidad neta de 411 millones. El EBITDA ajustado fue de 566 millones, frente a los 672 millones de igual período de 2024, lo que evidencia que los precios todavía no recuperaron todo el terreno perdido. Por segmentos, Fosfatados generaron ventas por 1.182 millones en el trimestre, Potasa 763 millones y Mosaic Fertilizantes 1.035 millones.
El negocio de potasa aportó un EBITDA de 319 millones, beneficiado por mejores precios y menores costos gracias a la expansión en la mina Esterhazy, mientras que los fosfatados se mantuvieron en niveles más ajustados, con 122 millones de EBITDA, golpeados por costos de insumos como el amoníaco y el azufre. La unidad sudamericana, en tanto, contribuyó con 159 millones, con una mejora operativa que se vio opacada por mayores provisiones de deudas incobrables en Brasil.
Hacia adelante, con presencia global y operaciones que integran desde la minería hasta la venta directa, Mosaic busca sostener su liderazgo apostando a productos de mayor valor agregado como MicroEssentials y Aspire, que en 2024 mantuvieron volúmenes sólidos incluso en un contexto de precios bajos. La compañía también impulsa su negocio de co-productos y soluciones nutricionales diferenciadas para cultivos, mientras avanza en proyectos para mejorar la eficiencia energética y reducir costos en sus operaciones de Canadá y Brasil, con el objetivo de blindar márgenes frente a la volatilidad internacional.