Molinos Agro nació formalmente como sociedad en diciembre de 2015, pues hasta ese momento era la división “graneles” de la firma alimenticia Molinos Río de la Plata. Hasta ese momento, este segmento de negocios era el que mejor rentabilidad le daba a la empresa de consumo masivo y es por ello que decidió escindir el negocio para hacerlo crecer y conseguir además financiación por cuenta propia.
Actualmente Molinos Agro, que opera bajo el paraguas de empresa de la familia Pérez Companc, se destaca como uno de los principales procesadores de poroto de soja de Argentina, con una capacidad de molienda de 6 millones de toneladas anuales, que representan aproximadamente un 10% de la capacidad instalada de la agroindustria argentina. Desde su puerto se exporta el 5% del total de la harina de soja que consume el mundo y se exportan además más de 1,5 millones de toneladas anuales de maíz, 500.000 de trigo, aceite de soja y girasol, además de biodiesel.
La compañía se dedica a la industrialización y comercialización de granos y subproductos derivados de la soja y comercialización de cereales. Históricamente alrededor del 92% de su producción se destina al mercado externo y el resto al mercado interno, donde sus principales clientes son fábricas de alimento balanceado.
La empresa posee un puerto, el Puerto San Benito, integrado a su Planta industrial a orillas del Río Paraná, a la altura del kilómetro 441,5 Puerto San Lorenzo, Provincia de Santa Fe, cuyas operaciones iniciaron en marzo del 2005. Está totalmente dedicado tanto al complejo oleaginoso como al cerealero. Entre secos y líquidos, tiene una capacidad de carga de 8 millones de toneladas al año.
Históricamente, Molinos Agro presenta un importante nivel de participación en un mercado muy competitivo donde tiene el 13,3% de la molienda de soja del país y gracias a trabajar en plantas de terceros hoy estaría ubicando en alrededor del 15% del total de la molienda nacional.
La empresa fue noticia en los últimos meses por ser parte del trío constituido por Viterra y ACA que buscaba quedarse con las operaciones y gerenciamiento de Vicentin. Lo cierto es que esta operación no avanzó y Molinos Agro decidió retirarse de la contienda. Según explicaron desde la propia empresa, luego de evaluar la posibilidad decidieron concentrarse en crecer por cuenta propia y sumar inversiones en su planta de producción.
En lo que respecta a su negocio de biodiesel, la firma pasó de producir unas 3,2 millones de toneladas en 2005 hasta casi 19 millones de toneladas en 2019/2020.
En poco tiempo la empresa logró crecer en procesamiento y almacenaje gracias a fuertes inversiones. Según detallan desde Molinos Agro partir de abril de 2016 realizó la inversión de 62 millones de dólares para ampliar los espacios de almacenamiento de su planta industrial. La obra, comenzó a ejecutarse en octubre de 2016, con la construcción de una celda para harinas con capacidad para 72.000 toneladas, otra para almacenamiento de poroto de soja con capacidad para 180.000 toneladas y dos silos verticales con capacidad para 20.000 toneladas de cereales, además del reacondicionamiento de otros espacios existentes. Durante 2019, se efectuaron además reformas sobre la línea 1, permitiendo su adaptación para la molienda de girasol y la ampliación de los equipos de secado de harina, que incrementaron la capacidad de molienda de soja.
Entre los principales destinatarios de la harina proteica producida por la firma, se destacan los países del Sudeste Asiático, la Unión Europea y África. En aceite, Asia es el principal destino; mientras que en biodiesel el destino casi excluyente ha sido Europa.
Con respecto al maíz, Argentina se ha transformado en el tercer exportador mundial de este cereal; complementando la oferta global en un período en el que Estados Unidos y Brasil se encuentran prácticamente fuera del mercado. En este sentido, Molinos Agro logra alcanzar una participación del 1% en el comercio mundial.
En el último año fiscal (con cierre a marzo de 2022), la compañía evidenció un incremento del 15,5% en el volumen de molienda de oleaginosas y recepción de cereales, mientras el aumento fue del 21,7% en el volumen de ventas. La compañía incrementó su participación de mercado a partir de diversas estrategias, incluyendo acuerdos a fazón.
En cuanto a su facturación, Molinos Agro cerró marzo 2022 con ventas por cerca de 4.200 millones de dólares, un EBITDA (acrónimo del inglés earnings before interest, taxes, depreciation, and amortization) de aproximado a 56 millones y un resultado neto de 76 millones.
Finalmente, según los registros oficiales, la empresa cuanta con un total de poco más de 700 empleados en forma directa y su deuda bancaria, según el BCRA, ascienda a la fecha a alrededor de 100 millones de pesos, toda en situación 1 (normal, sin atrasos en los pagos) y su mayor acreedor es el BBVA con el 79% sobre el total. Pero Molinos Agro también accede a financiamiento de la banca internacional y en el mercado de capitales locales donde ha emitido obligaciones negociables.