Héctor A. Bertone S.A (HAB), es una empresa de capitales nacionales con 50 años de trayectoria en el mercado local, dedicada a la comercialización de insumos agropecuarios, acopio de cereales y oleaginosas y producción de semillas, con foco en la provincia de Córdoba.
Su casa central está ubicada en la localidad de Villa María y cuenta con 14 sucursales localizadas en Arroyito, Pozo del Molle, Las Varillas, Villa Ascasubi, Oliva, Hernando, Carrilobo, Despeñaderos, Etruria, Laguna Larga, Montecristo, Río Tercero, Luque, Las Junturas y Ramon J. Cárcano.
La compañía es distribuidora de insumos de las principales marcas en el mercado, entre las que se destacan Cargill, Basf, Corteva, Profertil, Bunge, entre otras. Estas empresas habitualmente trabajan con contratos de comercialización, los cuales brindan una ventaja competitiva para la firma y barreras de acceso al mercado para nuevos competidores.
El 90% del capital accionario de la sociedad es propiedad de Héctor Antonio Bertone, mientras que el 10% restante se divide en partes iguales entre Gastón Bertone, Pablo Bertone, Analía Bertone, María Del Carmen Pierantonelli y Diego Bertone. Los socios cuentan además con participación en empresas dedicadas a actividades vinculadas al negocio, lo que le permite generar una sinergia entre las partes.
A partir de 2014 la segunda generación de la empresa, los hijos de Héctor Bertone, tomaron el mando de la empresa y sumaron más unidades de negocios como la multiplicación de semillas, la producción de alimentos balanceados y de fertilizantes líquidos y sólidos.
Su semillero de especies autógamas lleva el nombre de “Don Alfredo” (nombre que Héctor eligió para honrar a su padre) y campaña a campaña suma más producción. En íntima relación con esta unidad de negocios posee también un centro de servicio de curado y tratamiento de semillas “CTS Nitragin”, uno de los primeros en ser instalados en la provincia de Córdoba.
Por otra parte, la firma tiene una capacidad de acopio de alrededor de 7.000 toneladas, con tecnología que permite un ágil acondicionamiento de los granos para ser trasladados a puerto y por año mueve alrededor de 100.000 toneladas.
Durante el ejercicio finalizado en agosto 2022 sus ingresos alcanzaron un total de 11.161 millones de pesos desde 10.689 millones del mismo periodo del año anterior, el 2021. Esta variación se explica por el incremento en el volumen comercializado, en línea a la apertura de nuevas sucursales y la expansión en las zonas de influencia, la suba registrada en los precios de los insumos del sector agropecuario. En este contexto, a febrero de 2023 sus ingresos acumulados por seis meses ascendieron a 3.480 millones de pesos (equivalentes a u$s18 millones).
Según se desprende del análisis de su facturación, el 49% de sus ingresos provienen de la venta de agroquímicos, el 24% de semillas, el 16% de fertilizantes, y el resto se divide entre balanceados, semillas y otros, ninguno de estos ítems supera el 3% del total.
Para los ejercicios 2023-2025, la calificadora de riesgo Moody’s Local Argentina espera que los ingresos de la firma tengan un crecimiento constante entre 5% y 6,5% anual, en función a la estrategia comercial de la compañía que tiene como principal objetivo el desarrollo y posicionamiento de la marca de H.A.B. en el sur de la provincia de Córdoba.
En un contexto en donde la gama de productos comercializados por la compañía presente precios normalizados en torno a la media histórica de los últimos cinco años, el ingreso promedio se proyecta en torno a 57 millones de dólares.
Finalmente, su cartera de clientes se caracteriza por tener una adecuada atomización, cuenta con créditos otorgados a más de 400 productores, sin que ninguno de ellos concentre más del 4% del saldo crediticio del balance agosto 2022.
La integración de las unidades de negocio de HAB, permite una mayor agilidad en el cobro de los insumos, ya que cuenta con la logística integrada para la cobranza a través de contratos de granos. El buen posicionamiento de la marca y trayectoria en la actividad, incrementa la fidelización y la atomización de los clientes, así como también mitiga los ratios de incobrabilidad.