La firma Buyatti inició sus actividades en 1943 en la ciudad de Reconquista, al norte de la provincia de Santa Fe, el mismo lugar donde años antes había nacido Vicentin. En un comienzo tenía una modesta producción estimada en 80 toneladas al día.
Fundada por los hermanos Pablo, Marcos, Justo, Alberto y Víctor Buyatti, en 1959 transformaron la sociedad de hecho en una sociedad anónima y a partir de allí comenzaron a participar en el capital social los hijos de los cinco fundadores. Posteriormente, se fueron incorporando como accionistas distintos descendientes que hasta el día de hoy comandan el destino de la empresa.
En sus inicios la firma se dedicaba plenamente al negocio de la elaboración de aceite de lino, pero con el correr de los años fue sumando nuevas actividades. Primero fue el aceite de girasol, que fue seguido por el algodón al cabo de un tiempo. Sus primeras instalaciones industriales fueron discontinuadas para ser reemplazadas por una nueva planta que instalaron en 1971, acompañando el desarrollo de un reciente parque industrial que se levantaba en Reconquista. Esta planta fue diseñada para procesar multi semillas oleaginosas, como algodón, girasol, colza, lino, maní y cártamo, entre otras.
A fines de la década del 80, con el crecimiento que comenzaba a tener la soja en Argentina, la familia Buyatti decidió aprovechar su experiencia en el negocio de las oleaginosas y construyó otra planta en la localidad de Puerto General San Martín, en Santa Fe, que fue especialmente diseñada para moler este prometedor poroto.
Luego, a mediados de los 90, la empresa decidió integrarse verticalmente en el negocio de la molienda del algodón, tomando así posición en el sector del desmote, hasta lograr instalar en 1997 una planta de última tecnología en Las Breñas, Chaco. Esas nuevas instalaciones fueron además acompañadas de una importante inversión en ampliación y modernización de la planta aceitera de Reconquista. Así Buyatti llegó a ser uno de los principales exportadores de aceite y fibra de algodón.
La historia de Buyatti también está íntimamente relacionado con la malograda Vicentin. Es que Daniel Buyatti, quien se desempeñó como presidente del directorio de la cerealera concursada, está casado además con una de las hijas de los Vicentin y es nieto de los fundadores de la compañía. Su padre, Néstor Buyatti, que falleció de joven, fue uno de los cuatro hijos de la primera generación.
En parte, por su relación filial, la empresa también se vio afectada por la caída de Vicentin. Es que su planta de molienda de oleaginosas localizada en Puerto General San Martín trabajaba a fasón para la empresa concursada y con el parate de actividades no encontró nuevas firmas que mantuvieran operativa esta unidad industrial. Bastante antes del default de Vicentin, Buyatti también trabajó a fasón para Molinos Cañuelas y Cargill entre otras empresas.
A partir de esta instancia es que los dueños de la empresa decidieron poner en venta esta planta de producción, pero por el momento no encontraron comprador.
Como ya se dijo, esta planta fue instalada en 1985 y cuenta con una capacidad de molienda de 3.300 toneladas diarias del grano de soja, para obtener aceite crudo y harina. También resulta apta para procesar semilla de girasol, en menor volumen (unas 1.200 toneladas/día). En tanto, estas instalaciones cuentan con una capacidad de almacenaje de 100.00 toneladas de solidos (semillas y subproductos) y 10.000 toneladas de líquidos en tanques.
Según explican desde la empresa, “Buyatti tomó la decisión estrategia de salirse del crushing de soja, para concretarse en sus otras actividades donde considera tener ventajas competitivas. Y para ello, decidió cerrar la actividad de molienda en esa plata mientras analiza alternativas. El principal motivo de esta decisión resultó de las enormes inversiones que se vinieron realizando en los últimos años en plantas de molienda de soja en Argentina (integradas con puertos de embarques propios) por parte de las empresas del sector -mayormente multinacionales-, llegando a la actualidad a tener un promedio de molienda diaria de 20.00 toneladas por planta”.
Según este razonamiento, “este crecimiento no resultó acompañado con la producción sojera de nuestro país, provocándose así que la capacidad instalada supere ampliamente a la oferta del poroto de soja en Argentina”.
“En virtud de ello, con la convicción de que la molienda de soja en nuestro país tiene un problema estructural que durará varios años más, Buyatti tomó la decisión de redireccionar estratégicamente sus negocios y abandonar en los que encuentra en situación de clara descompetitividad. Como alternativa de aprovechamiento eficiente de estas instalaciones, la empresa tiene en estudio, esperando el momento y condiciones adecuadas, un proyecto de reconversión de la plata para molienda de girasol, incrementando volumen y agregando un proceso de descarado a la semilla que le permitirá obtener pellets con mayor porcentaje de proteínas”, se completó el análisi.
Mientras tanto, sus otras instalaciones y operaciones se centran, en una primera instancia, en el Parque industrial de Reconquista, donde tiene una planta sobre una superficie de 50 hectáreas, con una superficie cubierta de 500 metros cuadrados, y que incluye dos líneas de producción preparadas para moler semillas de algodón, girasol, soja y cártamo (entre otras oleaginosas), a un ritmo de entre 1.000 /1.500 toneladas diarias.
Esta planta cuenta además con instalaciones de refinería de aceites apta para lograr calidad alimenticia, con una capacidad de 150 toneladas diarias de aceite refinado certificando norma ISO 22000. Y se complementa con una capacidad de almacenaje en silos para 150.000 toneladas para productos sólidos y 14.000 toneladas de aceites.
Según explican desde la empresa, la producción nacional de girasol se concentra en dos zonas bien separadas entre sí, el NEA, por un lado y el sur de la provincia de Buenos Aires, La Pampa y el sur de Córdoba, por el otro lado. Esta planta es la única que se encuentra situada en el corazón de la producción del NEA, lo que aporta una importante ventaja competitiva al momento de tener que originar semillas de girasol. La planta girasolera que puede competir en forma directa con la de Buyatti se encuentra a más de 430 kilómetros de distancia.
Su otra unidad productiva es su planta desmotadora ubicada en Las Breñas. Instalada en 1997, cuenta con una capacidad de producción de 550 toneladas diarias de desmote y es considerada la más grande y moderna del país. Esta instalación se complementa con una planta de almacenamiento de fardos de fibra con capacidad para 40.000 fardos.
Allí obtiene fibra de algodón, este producto se destina para elaboración de hilo y luego como destino final la confección de prendas de vestir. Buyatti comercializa este producto entre un 90% y 100% a la exportación, dejando una pequeña parte para comercializar en el mercado interno siempre y cuando las condiciones y precios lo justifiquen
También produce fibrilla de algodón que es un subproducto residual del desmote que se enfarda y se comercializa como materia primera de la fabricación de productos de baja calidad (por ejemplo trapos de piso, de limpieza, etcétera).
Por último, la compañía también produce semillas de algodón, otro producto obtenido (considerado como un sub-producto del desmote), que para Buyatti tiene una importancia estratégica por resultar materia primera de su planta aceitera de Reconquista.
Por último, respecto a su facturación, a octubre de 2021, última información disponible en el sistema Nosis, informó ventas por un total de 7.200 millones de pesos y una ganancia después de impuestos de 200 millones. Al mismo tiempo, según el registro del BCRA, tiene una deuda bancaria total de alrededor de 950 millones de dólares, el 29% tomada con el Banco Superville, y el 26% con el Galicia, el resto se divide en menor medida con diversos bancos. Finalmente, según los registros oficiales emplea en forma directa a más de 240 personas.
Yanina, cómo estás? Leí la nota de principio a fin, esperando encontrar alguna noticia importante, pero en ningún lado leí la parte en que dejó a 150 familias en la calle cuando cerró las puertas de la planta de PGSM, por la “estrategia de salirse del crushing de soja” . Estaría bueno que la información sea completa y no solo una propaganda para la empresa. Saludos.
Me parece que te falta un poco mas de información sobre el tema!!