En la última década el gobierno de Países Bajos comenzó a implementar políticas orientadas a reducir la expansión del sector agropecuario con la excusa de proteger al ambiente. Y en 2022 se desataron las protestas masivas de productores al conocerse un proyecto oficial que pretende reducir en un 40% las emisiones de óxido nitroso (uno de los gases de efecto invernadero) derivadas fundamentalmente de la fertilización nitrogenada y los desechos animales, algo que, en caso de implementarse, requeriría liquidar a muchas empresas del sector.
Ya en 2019 los productores holandeses habían comenzado a organizarse para intentar frenar la avanzada de una política que pone en riesgo la propia supervivencia del sector agropecuario, que es –vale recordar– uno de los mayores exportadores mundiales de productos agroindustriales.
En 2022 las exportaciones agroindustriales de Países Bajos sumaron un récord de 122.300 millones de euros, de los cuales un 34% corresponde a exportaciones de productos importados de otros países. A pesar de su pequeño tamaño, la nación es una gran exportadora de lácteos, flores, carnes, lácteos, ovoproductos, bebidas, aceites y alimentos procesados, entre otros rubros.
Así es como cuatro años surgió el Movimiento de Productores y Ciudadanos (BoerBurgerBeweging o por sus siglas BBB), el cual se embanderó detrás del lema “No farmers, No food” (“Sin productores no hay comida”).
La particularidad del BBB es que, lejos de buscar refugio en alguna estructura política vigente, creó su propio partido para defender no solamente los intereses del sector agropecuario, sino también los de aquellos holandeses que consideran que los partidos tradicionales ya no defienden los intereses nacionales.
Además de consolidar un partido político, jamás abandonó la estrategia de la protesta, ya sea con “micro eventos”, como cortes sorpresivos de rutas con fardos y tractores, o bien con movilizaciones masivas, como la ocurrió la semana pasada, donde más de 10.000 productores holandeses viajaron hasta La Haya para visibilizar su reclamo.
¿Y qué pasó esta semana? Hubo un gran revuelo en Países Bajos porque BBB, formado –recordemos– apenas cuatro años atrás, logró obtener la mayor parte de los votos en las elecciones legislativas realizadas el miércoles destinadas a conformar el Senado.
El BBB obtuvo 17 senadores, mientras que el partido oficialista del primer ministro progresista Mark Rutter logró apenas 10 senadores y perdió así la mayoría en el Senado, lo que obligará al gobierno de Países Bajos a tener que negociar con otras fuerzas partidarias para poder implementar políticas, entre las cuales, claro, está la restricción de la producción agropecuaria.
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Una particularidad muy interesante del BBB es que el líder del partido no es un empresario agropecuario o un profesional técnico relacionado con la actividad, sino una periodista agropecuaria de 55 años de edad que se hizo famosa por defender los intereses del agro frente a la avanzada ambientalista.
Toen D66 en GL kwamen met wet om geborgde zetels in @waterschappen af te schaffen, besloot BBB óók aan verkiezingen WS mee te doen. Was oorspronkelijk niet plan. Dankzij Tjeerd en Laura zijn we nu in 13 vs 21 WS de grootste #Tjeerdbedankt #LauraBedankt 💚🙏https://t.co/PkHvWiagY8 pic.twitter.com/7K0MsEp03g
— Caroline van der Plas (@lientje1967) March 17, 2023
En la Argentina existen también intentos por neutralizar zonas productivas, tales como el proyecto de “Ley de humedales” (desactivado el año pasado por gobernadores de provincias de base agropecuaria) o el intento –fallido– de expropiación de tierras en la provincia de La Pampa para crear un parque nacional, el cual se encuentra contemplado en el “Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático” elaborado por el gobierno argentino.
Foto @EvaVlaar