Nada de virtualidad. Los ministros de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de Agricultura, Luis Basterra, se reunieron hoy martes por la mañana de manera presencial –en la ciudad de Buenos Aires– con representantes de la cadena de la harina de trigo para interiorizarse sobre la situación del sector.
El presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), Diego Cifarelli, manifestó –como viendo haciendo en reiteradas oportunidades– que el sector que representa se encuentra perjudicado por los precios máximos aplicados hace casi un año por el gobierno nacional tanto a las harinas de consumo familiar como a las comercializadas a panaderías e industrias panificadoras.
Además, si bien la exportación de harina podría ser una fuente de ingresos que ayudase a compensar el quebranto generado por la venta en el mercado interno a precios máximos, lo cierto es que la competitividad de ese negocio también está comprometida por el derecho de exportación vigente sobre ese producto (7,0%), la “retención” cambiaria y la creciente inflación de costos internos.
Vale tener en cuenta que el sector molinero tiene una capacidad ociosa del orden del 48% y necesita disponer de la “ventanilla” exportadora no sólo para diversificar ingresos, sino también para licuar costos fijos.
Otro de los temas tratados fue la necesidad de que el sector molinero se acostumbre a emplear futuros y opciones para profesionalizar la gestión comercial de la originación de trigo.
El contrato de Trigo Rosario Julio 2021 del Matba Rofex, por ejemplo, que superó los 240 u$s/tonelada a mediados de enero pasado, actualmente se encuentra en 220 u$s/tonelada. Argentina cuenta con un mercado de futuros institucionalizado en el cual es posible tomar coberturas para reducir el riesgo comercial. Pero no todos los usan y, cuando los precios suben por factores imprevistos tanto locales como internacionales, comienzan las quejas.
En lo que respecta a la disponibilidad de trigo, la exportación ya está retirada del mercado al haber comprado casi 9,50 millones de trigo y tener permisos de exportación (DJVE) del cereal por 9,48 millones de toneladas, al tiempo que los molinos comenzaron a recibir mercadería con mayor fluidez en línea con la necesidad de muchos productores de generar ingresos para cancelar compromisos y disponer de los insumos necesarios para poder iniciar la próxima campaña invernal de granos finos.
Además de FAIM, en la reunión participaron representantes de la Cámara de Panaderos de Salta, de Molinos Fénix, Lagomarsino, Molinos Río de la Plata, Molino Cañuelas, la Asociación de Pequeñas y Medianas Industrias Molineras (APyMIMRA), la Unión Industrial de Fideeros (Uifra), la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona, la Cooperativa Agrícola Ganadera de Armstrong, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Grupo Bimbo, la Cámara de Panaderos Agrupados del Norte, la Cámara de Industriales Panaderos de la Capital Federal y la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (Faipa).
Una vez finalizada la reunión sobre harina de trigo, se procedió a realizar otra con referentes de “carnes no bovinas”, es decir, aviar y porcina, en la cual se analizó la situación del mercado interno de maíz, que, además de no contar con problemas de abastecimiento, muestra precios futuros decrecientes con el ingreso de la cosecha tardía.
En ese sentido, el precio del contrato Maíz Rosario Abril 2021 del Matba Rofex, correspondiente a la cosecha de maíz temprano que se está levantando en estos días, hoy martes cerró a un valor promedio de 196,5 u$s/tonelada, mientras que la posición correspondiente al maíz de segunda (Julio 2021) terminó hoy en 189,5 u$s/tonelada.
Al igual que en el caso de los molinos harineros, los representantes del sector aviar y porcino manifestaron a necesidad de contar condiciones de competitividad adecuadas para poder exportar. Vale recordar que el derecho de exportación vigente sobre la carne porcina es del 5,0% del valor FOB, mientras que en el caso de la carne aviar es del 9,0%.
Si al derecho de exportación le sumamos la “retención” cambiaria, sumado al hecho de que es muy posible que el real brasileño se devalúe en las próximas semanas para mejorar la competitividad del sector exportador, entonces el panorama para los exportadores argentinos de carne aviar y porcina no luce alentador.
Otro de los pedidos realizados por los integrantes del sector consistió en establecer mecanismos que permitan compensar lo saldos técnicos de IVA, de manera tal que los mismos no se terminan transformando en un costo.
En esta última reunión asistieron representantes de la Asociación Argentina de Productores Porcinos, del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), Granja Tres Arroyos, Frigorífico de Aves Soychú, Las Camelias, Noelma, de la Unión de la Industria Cárnica Argentina, Paladini, Campo Austral y Alimentaria La Pompeya.