Luego de la difusión del octavo monitoreo sobre las poblaciones de chicharrita presentes en las zonas agrícolas de la Argentina y Uruguay, el presidente de Maizar, Federico Zerboni, consideró que “el productor le perdió el miedo” a esa plaga y eso incentivará la decisión de sembrar maíz tardía en muchas zonas, repitiendo el esquema de siembra del año pasado, cuando el insecto se difundió por toda la región maícera y provocó un daño calculado en cerca de 12 millones de toneladas.
“Este era el informe más esperado para la siembra de maíz tardío, que es el 60% del total, y confirma que llegamos con poblaciones nulas o bajísimas. Coincide con lo que están viendo los productores, porque la venta de maíz creció mucho en algunas zonas”, dijo Zerboni, que desde Maizar -como entidad de cadena- ha coordinado el esfuerzo de monitoreo. En efecto, una vasta red de instituciones montó más de 420 trampas para medir el avance o retroceso del insecto. Ese trabajo muestra una gran disminución de las poblaciones de chicharrita, pero no hay parámetro de comparación con igual época del año pasado.
Sin embargo, Zerboni luce exultante con los resultados de la última medición y con la posibilidad de que estos renueve as apuestas por sembrar maíz tardío especialmente en Córdoba. “En lugares como Río Cuarto o Jesús María, se vendieron más semillas de maíz que lo previsto. El productor le perdió el miedo a la chicharrita, lo que lo preocupaba era el agua; noviembre la trajo en abundancia y diciembre va a arrancar con espectaculares condiciones de humedad en los perfiles. Además, los márgenes del maíz son mejores que los de la soja”, enumeró.
“Por supuesto, hay que seguir controlando guachos y monitoreando”, sentenció el mensaje de Maizar, cargado ahora de optimismo. En ese sentido, la entidad indicó: “Que las condiciones económicas y agronómicas sean excelentes no implica relajarse, sino al contrario”.
“Ante la proximidad de la siembra de maíces tardíos, resulta esencial mantener e intensificar las estrategias orientadas a prevenir el desarrollo del vector Dalbulus maidis. Es prioritario focalizar los esfuerzos en el monitoreo riguroso de los cultivos de maíz ya establecidos y en la implementación de medidas efectivas para el control de plantas de maíz voluntarias, a fin de mitigar su impacto y reducir las fuentes potenciales de infestación”, indicó el octavo informe de la Red agronómica.
Como sea, en la cadena maicera se vivce un ataque de optimismo. “Se acerca la fecha que más se temía en relación con la chicharrita, y las perspectivas no pueden ser mejores para la campaña de maíz tardío”, afirmó.
Según esta mirada, “tres factores están impulsando la decisión de los productores: la situación con la chicharrita, ausente en más del 95% de las principales áreas maiceras, y con bajísima presencia en los pocos focos donde se detectó; las lluvias de noviembre, que están recargando los perfiles de manera excepcional; y el mejor margen que está arrojando la producción de maíz en comparación con la de soja”.
Allá van entonces los maiceros: que la fuerza los acompañe.