Ricardo Sánchez es el jefe de Infraestructura y Logística de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), y como economista especializado en transporte marítimo y fluvial considera que la Hidrovía le trajo hasta ahora muchos beneficios a la Argentina y la región. Pero aclara que, ante la posibilidad de una nueva licitación, el país debería ser un poco más ambicioso con sus objetivos.
“Es una vía navegable natural que existió siempre, es sólo que en los últimos 30 años se regularizó con la constitución de la Hidrovía Paraguay- Paraná y esto me parece que es un hecho histórico, porque dejó de ser un río sobre el que navegan barcos pequeños para ser un río por el que también navegan barcos de ultramar”, contó el experto a Bichos de Campo.
Para Sánchez “la Hidrovía es un caso bastante sui generis en el mundo, porque no hay muchos casos similares y con esa extensión donde los barcos de ultramar puedan navegar y luego se vayan directo al mar. En Argentina tenemos casi 500 kilómetros en que un barco, así como sale de un puerto como por ejemplo, Santa Fe, pueda luego seguir navegando hacia Europa o Estados Unidos”.
Santa Fe no era el mejor ejemplo, porque allí todavía no pueden ingresar los buques de gran calado. Pero en los alrededores de Rosario, hasta la zona de Timbúes, está plagado de puertos que reciben buques de ultramar.
Mirá la entrevista completa a Ricardo Sánchez:
-¿La hemos sabido aprovechar la Hidrovía los argentinos?
-Yo pienso que Argentina aprovechó el impulso inicial de la Hidrovía pero esta se está quedando chica; tenemos la misma Hidrovía con la misma profundidad y ancho de solera y pienso que necesitamos más- respondió Sánchez.
“Enhorabuena que se logre una ampliación en todo el tramo nacional de Paraguay, Argentina y Bolivia, y una ampliación en la zona de desarrollo industrial particular en Argentina, país que a su vez tiene sus grandes puertos industriales sobre el río de La Plata y el río Paraná; por lo tanto necesitamos una ampliación urgente de su capacidad”, declaró.
El economista de la Cepal precisó que gracias a la Hidrovía se pudo ampliar la producción agroindustrial. “Antes de esta teníamos una producción de menos de 35 millones de toneladas y actualmente estamos cerca de los 130 millones de toneladas. Claramente la Hidrovía no es la única causante de esos logros pero sí puedo decir que sin la Hidrovía esto no hubiera podido hacerse”.
Es por eso que Sánchez se mostró sorprendido de que el Gobierno actualmente discuta su importancia y destino a días de que termine la concesión que actualmente está en manos de Hidrovía SA, un consorcio creado entre la firma belga Jan de Nul y la estatal Emepa.
“Los números de lo que significa la Hidrovía para la Argentina son tan importantes que me sorprende, viéndolo de afuera, dado que vivo en otro país desde hace años, que se discuta una realidad tan evidente como la serie de beneficios que esta le ha traído al país y los que le podría traer si se ampliara, no sólo en el complejo agroindustrial sino también en el segmento de industria mediana y pesada”, resaltó.
Sánchez remarcó que la Hidrovía “nació para la integración regional; ha tenido un camino un poco tortuoso con enfrentamientos y disputas pero en el fondo creo que todos los países de la cuenca han sabido explotarla”.