Dos décadas después de su creación por ley el gobierno de Mendoza y el sector productor de ajos dieron los pasos para echar a rodar el Fondo de Integración y Desarrollo del Ajo (FIDA). La idea es juntar recursos de cada tonelada exportada para promover innovaciones tecnológicas a nivel de campo para ese cultivo regional, del cual la Argentina llegó en algún momento a ser la mayor exportadora del mundo.
Según informó el Ministerio de Economía de Mendoza, provincia que concentra esa actividad productiva, la semana pasada se firmó el convenio para la creación del Consejo de Administración del FIDA, que en principio contará en principio con magros 2 millones de pesos para promover el desarrollo y crecimiento del sector. En la rúbrica participaron Alejandro Zlotolow, subsecretario mendocino de Industria y Comercio; Mario Leiva, de la Sociedad Rural del Valle de Uco, y Ariel Zucarelli y Guillermo San Martín, de la Asociación de productores, empacadores y exportadores de ajos, cebollas y afines (Asocamen).
Veinte años no es nada, dice el tango. La decisión de poner a rodar el fondo llega dos décadas después de que el 11 de octubre de 2000 la Legislatura provincial sancionara la Ley 6832, que estableció la creación de este Fondo. Allí se establecía que por cada kilogramo de ajo exportado, cualquiera sea su forma, los establecimientos empacadores de ajo inscriptos en el Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza (ISCAMEN) deberían abonar una tasa retributiva que, actualizada a 2018, sería de 0,025 pesos por kilo.
Se estima que en Mendoza hay unos 1.500 productores de ajo, pero el 75% de ellos son pequeños y medianos con menos de 15 hectáreas cada uno. China, Argentina, España, Francia y México agrupan aproximadamente el 80% del valor (y el 90% del volumen) del ajo comercializado en el mundo. China es el principal productor, con 10 millones de toneladas. La Argentina está en el cuarto puesto con 143. 000 toneladas, aportando el 1% de la producción mundial.
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Todo eso quedó en la nada hasta que en septiembre de 2017, el Gobierno de Mendoza modificó algunos artículos de la ley para determinar como quedaría conformado el Consejo de Administración del Fondo, el modo de estimación de la tasa retributiva y el organismo encargado de la recaudación de los fondos, que sería el propio ISCAMEN. Ahora, con este acuerdo, “estamos constituyendo la comisión directiva que va a tener a su cargo la administración de este fondo y que estará compuesto por todos aquellos actores vinculados a la producción de ajo. Creemos que es el camino del sector y el de la matriz productiva mendocina”, explicó Zlotolow, el responsable mendocino de Industria.
Leiva, que preside la Sociedad Rural del Valle de Uco, zona donde se concentra la producción de ajos, opínó que de ahora en más el dinero podrá utilizarse “para perfeccionar los varietales del ajo e incorporar tecnología que ya existe en el mundo para el tratamiento del suelo y siembra del ajo, la comercialización y todo lo que ayude a mejorar lo productivo”.
El ajo “es el cultivo de invierno que más aprecian los productores en el Valle de Uco y varios lugares de Mendoza. Esta es una herramienta que, si se usa bien, nos ayudará a no volver atrás, teniendo en cuenta que la fuerza técnica del proyecto es muy importante”, agregó el dirigente rural. Puso como ejemplo la posibilidad de incorporar el desarrollo de una industria australiana para “llevar vapor al suelo que se va a sembrar, permitiendo reducir así los costos al no utilizar agroquímicos”.
Por su parte, el empacador San Martín comentó que hay dos cuestiones fundamentales a considerar: “En primer lugar, la parte comercial. Por ejemplo, Brasil es un mercado que merece estar defendido. Por otro lado, fortalecer la investigación a nivel primario, principalmente profundizar la diferenciación de variedades de hongos y bacterias, y lograr semillas de mejor calidad”.
San Martín estimó los montos que se puedan llegar a generar a raíz de la creación de este fondo. “La intención es comenzar con un fondeo muy modesto, teniendo en cuenta la situación económica actual. La idea no es generar un costo importante para este sector. Podría llegarse a constituir un fondo de entre 1,5 y 2 millones de pesos para comenzar a trabajar”, indicó.
Mendoza exporta entre 7 y 9 millones de cajas de ajo, dependiendo el año, por lo que serán centavos de pesos por cada kilogramo exportado que constituirán un fondo simbólico. A partir de ahora, según se acordó, todos los años este monto será consensuado entre todos los actores vinculados al sector.