En Corrientes los incendios no paran y los pronósticos climáticos no son alentadores. Según las previsiones, se esperan lluvias recién para abril lo que despierta las alarmas. “Si es así, la seca y el fuego se va a terminar llevando lo poco que queda”, explicó Samuel Sáenz Rozas, presidente de la Sociedad Rural de Mercedes.
El productor ganadero agregó: “Llevamos dos años con registros pluviométricos inferiores a los normales y la ola de calor de fines de diciembre y principios de enero terminó desencadenando los incendios”, de los cuales el ministro de Medio Ambiente, Juan Cabandié, llegó a decir que eran culpables los propios productores.
Sáenz Rozas es productor ganadero, tiene el campo a 60 kilómetros de Mercedes y fue uno de los tantos afectados por el fuego: “En mi campo y en tanto otros se incendió el pasto, los alambrados y el tendido de red eléctrica, por lo que hubo que cortar los alambrados para que las vacas huyeran a campos vecinos. Luego viene la tarea de recuperar lo que se pueda. Por eso pedimos al Senasa que flexibilice las normas para que la burocracia no nos genere otro problema a los que ya tenemos”, explicó.
A mitad de semana anduvo por esa zona el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, que llevó 200 millones de pesos a la provincia. “No alcanzan ni para empezar, teniendo en cuenta el nivel de daño por el clima”, dijo el damnificado.
En la Asociación de Sociedades Rurales de Corrientes calcularon que los daños acumulados llegan a 23.750 millones de pesos según las mediciones de los referentes de las diferentes actividades. Y por ahora, porque el fuego y la sequía continúan. En el cálculo, a esta altura, se suma el daño económico que causan las políticas oficiales que restan recursos financieros a los productores por los descuentos a través de los derechos de exportación y del desdoblamiento cambiario.
De acuerdo con el relevamiento hecho por los productores se estiman que se quemaron entre 400 y 500 mil hectáreas en Corrientes nada más (hay que sumar las provicnias vecinas) y las pérdidas económicas suman montos millonarios. En la reunión que el viernes mantuvieron con la dirigentes nacionales de la Mesa de Enlace hicieron hablar a los diferentes referentes de las actividades productivas, que repasaron las pérdidas acumuladas:
- Para el arroz se calcula una baja de la producción del 25%, lo que implica 200 mil toneladas menos a un valor de 23.760 pesos la tonelada. Esto implica una pérdida de 4.968 millones de pesos solo en Corrientes. Además, el 65% del arroz que se siembra en Corrientes se hace con agua de represa, y las mismas están con baja o nula reserva, por lo tanto y si las lluvias no aparecen, peligra la próxima campaña por completo.
- En la citricultura de Corrientes hay 30.000 hectáreas de naranjas y mandarinas. La más afectada por la sequía es la zona de Bella Vista, Concepción y Mburucuyá, donde hay además cerca de 9.000 hectáreas sólo con limón. Las pérdidas allí son grandes, del orden del 50% y suman cerca de 1.800 millones de pesos suponiendo una producción de 72 millones de kilos y una valor de 25 pesos cada uno. El costo de implantación en es de 300.000 pesos por hectárea, calculan los productores, quienes sostienen que si continua sin llover peligran las cosechas del otoño y primavera próximos.
- En cuanto a la forestación ya se habrían quemados 10.000 hectáreas, lo que significan pérdidas por 5.000 millones de pesos, a los que hay que sumar otros 1.500 millones que costaría recomponer las plantaciones quemadas. “En Corrientes hay 550.000 hectáreas de bosques implantados de las cuales el 70% es pino y el 30% eucaliptus, y es la primera provincia en superficie nacional.
- En Corrientes hay además 60.000 hectáreas destinadas a la yerba mate. Se estima que por la falta de lluvias ya se perdió el 50% de la producción por cosechar desde el otoño. Sumarían 64 millones de kilos con un valor unitario de 50 pesos, lo que significan 3.200 millones de pesos. A eso hay que agregar las plantas muertas en 1200 hectáreas que para volver a poner en producción implican un costo de 400.000 pesos por hectárea, por lo que se requieren de 480 millones de pesos para que esa superficie vuelva a formar parte del sistema productivo.
- En cuanto a la ganadería, en Corrientes hay 4,6 millones de cabezas. Se estima que la superficie ganadera es de 6,1 millones de hectáreas de las cuales se perdió la oferta forrajera en el 37%, lo que significa una pérdida en la producción de carne del orden de los 3.600 millones de pesos. A eso hay que sumar la mortandad anual promedio del 3% y otro 4% por la emergencia. Todos esos impactos suman entonces otros 5.200 millones de pesos de pérdida directa de producción, a los que habría que sumarles otros 1.600 millones por la pérdida de infraestructura.