A los 11 años su padre lo llevó al Museo de Ciencias Naturales “Florentino Ameghino” y quedó fascinado con lo que vio. Más de dos décadas después, Mauricio “Dibu” Saavedra empezó a sacar fotos como hobby y así surgió DS Naturaleza de Cerca: como resultado de tener muchas imágenes, principalmente filmaciones de la fauna argentina.
“La mayoría de ellas en ese momento eran fotos macro de insectos y algunos experimentos para filmar animales de cerca en sus cuevas, nidos o lugares donde frecuentaban”, explica Dibu. “Como no tenía cámara me las ingeniaba para dejar mi celular en lugares clave como el Parque Plaza Montero en la ciudad de Las Flores o por algunos caminos rurales. Al acumularse material y al ser consciente de que era necesario un trabajo de registro e información de nuestra fauna, me puse manos a la obra en darle un marco más serio y le di visibilidad en las redes sociales”.
En seguida a Dibu le ganó el entusiasmo y se compró una cámara trampa para tener filmaciones nocturnas. Ha registrado comportamientos de 14 mamíferos, 11 reptiles, 8 anfibios, 55 aves, 60 Insectos y arácnidos, 2 moluscos y 2 peces. Además, gracias a la repercusión que logró su proyecto lo llamaron de varias escuelas para poder hablar de todo lo que se puede encontrar en la zona. Y fue su novia la que lo impulsó a comunicarlo de forma sistemática a través de una web y un canal de Youtube.
Para realizar los registros Dibu tiene dos métodos: por un lado las cámaras trampa (ya tiene dos) para filmar animales que no son fáciles de ver, y por otro acercarse a un punto clave donde sabe que algún animal especifico va a regresar (alguna cueva, un nido, un poste, un animal muerto que sirve de carroña, etc.) y dejar la cámara o celular esperando un buen tiempo hasta que el ejemplar tome confianza y regrese. Luego fue clave el asesoramiento con expertos sobre distintos animales para organizar de manera correcta la información que obtenía en sus investigaciones.
“Cuando comencé pude dar con ejemplares de escuerzo común (Ceratophrys ornata), especie en estado de conservación vulnerable y los hallazgos los informé al proyecto Gigante de las Pampas. Dicha iniciativa está desarrollada y llevada a cabo por investigadores y conservacionistas de Argentina, Brasil y Uruguay en respuesta a su problemática. Actualmente les sigo informando en caso de encontrar algún ejemplar”, explica.
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“También me puse en contacto con el director del proyecto Puma de Las Pampas como resultado del hallazgo de huellas de puma (Puma concolor) dentro del partido de Las Flores. Este proyecto es el primero que presento un informe sobre el regreso del puma a la provincia de Buenos Aires e investiga métodos para tener una buena convivencia entre los productores y el animal”, agrega.
-Las Flores es un partido con mucha producción agropecuaria. ¿Se ha vinculado con productores para ver la forma de preservar la fauna nativa en los campos?
-Así es. Muchas de las filmaciones han sido en campos privados. Para poder ingresar pido el correspondiente permiso y me presento explicando los objetivos del proyecto. Aparte de poder dejar mis cámaras, esto me permite tener una charla fluida cara a cara y escuchar incluso las problemáticas que pueden tener con alguna especie específica, poniéndome en el lugar del productor. Muchas veces hay soluciones que se intentan charlar.
-O sea que lo reciben bien…
-Mi rol es el de un fotógrafo aficionado que registra la fauna, brinda información sobre ella y facilito el contacto con quienes pueden asesorarlos en sus dudas. En todo este tiempo me he encontrado con productores y trabajadores rurales que son conscientes de la importancia que tiene la fauna silvestre en la región, muchos de ellos incluso la protegen y me invitan a filmar y mostrar a los animales en su entorno natural.
-¿Ahora sigue buscando al puma?
-Hacia mediados del siglo XX, el puma ya no se encontraba en la ecorregión pampeana argentina a causa de la expansión agropecuaria y el crecimiento de ciudades. Pero en los años 70 comenzó a recolonizar sus antiguos territorios de forma natural, algo poco frecuente en la naturaleza ya que las extinciones suelen ser irreversibles. Estos pumas llegaron primero al sur de la provincia de Buenos Aires, quizá escapando de incendios en La Pampa. Luego en los años 90 la agricultura se expandió mucho más que la ganadería y esto favoreció al puma, ya que menos ganadería significaba menos personas, menos persecución.
-¿Dónde encontró las huellas?
-En noviembre de 2021, gracias a algunos datos aportados, pude dar con una serie de huellas que eran la prueba de la presencia de este felino dentro del territorio florense. A partir de allí me puse en contacto con el director del mencionado proyecto y le informé del hallazgo. Actualmente seguimos en contacto ante cualquier novedad, ya que la búsqueda para poder filmar o fotografiar algún ejemplar sigue vigente; he recibido varios llamados/mensajes de personas sobre diferentes avistamientos en la zona rural. Es importante aclarar que los ataques de estos felinos a personas son muy raros, y que su caza está prohibida dentro de Buenos Aires, ya que es un depredador tope de gran importancia para el ecosistema.
-¿Cuál es su objetivo con todo esto?
-Mostrar las especies que viven en nuestro entorno porque mucha gente no sabe con qué animales conviven y no se puede cuidar o querer lo que no se conoce. También quiero informar sobre qué función cumplen en la naturaleza y derribar mitos que rondan sobre distintas especies y que las perjudican. Los animales deben ser respetados solo por el hecho de existir pero también es importante saber que su funciones en la biodiversidad nos beneficia a todos. Y la idea de esto es poder crear una buena convivencia entre nosotros y ellos.