Por estos días todos los ojos están puestos en la aprobación del presupuesto 2021. Luego de conseguir media sanción en diputados, se espera que pase de manera ligera por el Senado donde el oficialismo es mayoría. La atención no está puesta en el conteo de votos sino en las medidas económicas que vendrán de la mano de ese proyecto.
A principios de octubre se conocía un nuevo paquete de medidas del ministro de economía Martín Guzmán, cuyo objetivo es la tan ansiada reactivación económica y que incluía una baja temporal en los derechos de exportación que tributa la soja y la puesta en marcha de un fondo de compensación para pequeños productores.
Sumando leña al fuego, el diputado por el Frente de Todos Carlos Heller anunció, en la Comisión de Presupuesto y Hacienda que preside, que próximamente se estará discutiendo una nueva reforma tributaria y argumentó que para dar recursos primero hay que conseguirlos.
Aunque aún no se conocen los planes de esa reforma, el sector agropecuario, que arrastra desde hace tiempo un gran malhumor y descontento, se agarra fuerte a la silla. Según el informe trimestral emitido el mes pasado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), el 62% de la renta agrícola queda en manos del estado. Es decir que por cada 100 pesos de renta, 62% no van para el productor sino para impuestos nacionales, provinciales y municipales.
En este marco, la plataforma Amplificagro realizó un nuevo relevamiento, entre el 20 y el 25 de octubre pasado, para analizar la percepción de los ruralistas sobre la presión impositiva que tiene este sector. De las 559 personas encuestadas, el 52% indicó que el impuesto menos justo son las retenciones.
En términos de la razonabilidad de los tributos, el impuesto al cheque fue considerado por el 89.9% de los encuestados como el menos razonable de todos. En segundo lugar aparecieron los ingresos brutos seguidos por los derechos de exportación. El impuesto a la riqueza sorprendió al ser considerado “muy razonable” por un 27.6% de consultados, seguido por un 39.6% que estuvo entre “bastante razonable” y “razonable”.
Ante la pregunta ¿Qué opinión tiene sobre la posibilidad de implementar retenciones móviles?, el 69.8% de los casos dijo estar en contra de la medida y solo un 6.2% se mostró a favor. Teniendo en cuenta el rubro de desempeño, quienes realizan agricultura extensiva y cultivos regionales fueron aquellos que más se opusieron. Los siguieron en las estadísticas los productores de carne, los productores de leche y aquellos que realizan agricultura intensiva.
Estas cifras reafirman el relevamiento realizado por la misma plataforma en el mes de septiembre, donde el 52.6% de los encuestados consideró que la mayor demanda del sector en este momento es bajar la presión impositiva. El 25.7% demandó en cambio reglas de juego claras y estables, y el 15.4% una planificación estratégica de la política agropecuaria.