Por Matías Longoni.-
Si algo he aprendido en estos años de hacer periodismo agropecuario es que el principal capital de un consignatario de hacienda es su buen nombre, pues constituye casi una marca y es como un sello de honorabilidad que le permite obtener la confianza de sus clientes. Muchos de los negocios entre vendedores y compradores de ganado se cierran primero de palabra y luego se ponen en papeles. El nombre del consignatario que interviene es, la mayor parte de las veces, la mejor garantía.
Guillermo Arnaude, un viejo consignatario con influencia en la zona de Ayacucho, está empecinado en eso: en mantener a salvo su buen nombre de cualquier sospecha y de dejar saldado un episodio que lo tiene a mal traer desde hace años. En 2006, hace doce años ya, a Arnaude le “desaparecieron” 500 terneros. Nada más, nada menos, que 500 terneros.
El 27 de diciembre pasado, Arnaude hizo una última presentación ante el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) porque considera que (o por complicidad o por negligencia de algunos de sus funcionarios) ese organismo ha tenido parte de la responsabilidad directa en la maniobra que terminó con la desaparición de esos 500 terneros. El faltante de ese medio millar de bovinos no solo figuró (y dejó malheridos) los libros contables de su casa consignataria. En la contabilidad del Senasa (a través de los Renspa y los datos de vacunación) esos 500 terneros aparecen y desaparecen según sean los funcionarios de turno.
Vamos a los hechos para entender todo el cuadro. Para quien precise, hay documentación respaldatoria de todo lo que aquí se cuenta:
- A fines de 2006, Arnaude actuó como intermediario en una clásica operación de venta de hacienda a término. El contrato se firmó en octubre y los animales deberían ser entregados a sus nuevos dueños varios meses después, entre mitad de marzo y mitad de abril de 2007, con un peso promedio de 190 kilos y “castrados, sanos, libres de enfermos, mancos, ciegos, rengos, entecados, etcétera”. El valor por kilo vivo se determinó en 2,60 pesos. Habría que multiplicar la cifra casi veinte para actualizar los montos de esa operación.
- La vendedora era una productora de Ayachucho llamada Marina Claudia Pérez Zeberio, quien se comprometía a criar y entregar los 500 terneros. Los compradores eran dos y por eso los contratos también se firmaron por separado: la Estancia La Madrugada y Luis Osvaldo Pivotto. Cada uno de ellos debió abonar, en ese entonces, unos 123.500 pesos por sus 250 terneros.
- Llegaron las fechas y comenzaron las demoras: los terneros no aparecían. Por eso y por aquello del nombre, Arnaude puso en juego su propio capital para saldar los contratos firmados con sus clientes: a cada uno de ellos les entregó 250 terneros de las mismas características pero que el consignatario tuvo que salir a comprar en otros campos. Con la hacienda en su poder, cada uno de los compradores a su vez le cedió al intermediario los derechos sobre los 500 terneros originales, que habían desaparecido.
- Quizás por desconfiado, al firmar los dos contratos el consignatario de Ayacucho había tomado el recaudo de tramitar ante Senasa los DTA y Renspa correspondientes para fijar el status sanitario y también dejar sentada la propiedad de la hacienda en cuestión. La oficina del Senasa en Ayacucho emitió esos documentos -hasta con la identificación individual de los animales- el 21 de noviembre de 2006. Con esos documentos y los respectivos contratos, inició las acciones legales pertinentes para tratar de recuperar su dinero, que era mucho.
- Fiel a sus tiempos, la justicia falló en esta caso por incumplimiento de un contrato recién una década después.La jueza de primera instancia en lo Civil y Comercial de Dolores, Alicia Mendes de Macchi, le dio la razón a Arnaude y obligó a la productora Pérez Zeberio “a entregar la cantidad de 500 terneros o abonarle la suma de dinero equivalente a 90 mil kilogramos de carne al valor del kilo vivo en el Mercado de Liniers” que estuviera en vigencia el día del pago.
- El problema es que, para ese momento, diez años después de la operación, la productora ya hacía rato que había pedido su concurso de acreedores y se declaraba insolvente. Era imposible cobrarle nada. En segunda instancia, la justicia de Dolores ratificó el fallo un año después, pero tampoco. Nada.
Hasta aquí la historia de un negocio fallido como tantos otros. Muchos se preguntarán: ¿y el Senasa qué tiene que ver? Hacia allá nos dirigimos.
Según cuenta Arnaude, el organismo sanitario cometió una gran irregularidad cuando avaló que la Fundación Ayacuchense para la Lucha contra la Fiebre Aftosa (Fundapsa), en la primera campaña de 2007, cuando los terneros estaban todavía en el campo de origen, vacunara esos 500 terneros sin hacer constar los Renspa correspondientes a sus nuevos dueños, tal como figuraba en el contrato a término firmado unos pocos meses antes.
Frente a un escribano, Arnaude relató que en diciembre de 2007, ya cansado de reclamar a los 500 terneros y luego de saldar la deuda con los compradores, concurrió a la oficina local del Senasa a pedir los DTA de esos vacunos “a efectos de lograr la titularidad de dichos terneros” ante la Municipalidad de Ayacucho, como paso previo a iniciar la demanda.
Pero en dicha oficina, el veterinario Alejandro Vanonni “le manifestó que ante la falta de vacunación de esa hacienda, correspondiente a la campaña 1/2007, estaba imposibilitado de entregar dicho certificado”. En criollo, como esos 500 terneros habían sido vacunados bajo otro número de Renspa no figuraban como vacunados.
El consignatario volvió a la oficina de Senasa acompañado por el escribano que terminaría labrando un acta. Lo vuelve a atender el tal Vanonni y su supuesto jefe, “un veterinario que dijo llamarse Pedro Closs”. Ante el nuevo reclamo por los documentos de respaldo de los benditos 500 terneros, el funcionario de menor rango primero les dice que esos DTA no existen pues “fueron inventados”. Luego se retracta, pero insiste en que no puede extender el certificado que se le reclamaba.
“A partir de allí comienza una pesadilla, donde se reclama a Senasa local, a Senasa regional Buenos Aires Sur, a presidencia del Senasa, pero no sabían como resolver el error”, cuenta Arnaude. El propio Vanonni, muchos años después (en febrero de 2016), ya convertido en supervisor regional, siguió negando la existencia de esos Renspa.
En marzo de 2008, frente al visible conflicto, Gabriel Melendez, el ex titular de la Regional Buenos Aires Sur que el año pasado fuera desplazado ante sospechas de corrupción, cita a las partes a una reunión en Mar del Plata. En ese encuentro nadie se pone de acuerdo. La vendedora desconoce los contratos de venta de los 500 terneros exhibidos por Arnaude. El consignatario, a su vez, reclama al Senasa que reconozca la validez de los Renspa que le había extendido un año antes, pues estos figuraban en su base de datos. Menéndez, por su parte, explica que al organismo no le corresponden dar constancia de la propiedad de esa hacienda, pero asegura que había sido vacunada en 2007, claro que con un número de Renspa diferente.
Los 500 terneros vacunados bajo otro registro, mientras tanto, habían desaparecido. “A esta altura de los hechos no me cabe duda de una complicidad que posibilitó a Pérez Zeberio sacar los animales vendidos, con la anuencia de personal de Senasa”, dirá el consignatario muchos años después, mientras trajina por diversas oficinas pidiendo explicaciones de parte del organismo.
Dentro del Senasa, como sea la cosa, también llevan varios años sin poder cerrar este capitulo. En el sistema, los Renspa de esos 500 terneros existen (ver facsímil), pero los animales no están y por lo tanto tampoco hay registro de que hayan sido vacunados.
Desaparecieron.
COMO TODAS LAS INSTITUCIONES.TIENE GENTE QUE NO TRABAJA CON LA SERIEDAD Y RESPONSABILIDAD QUE SE REQUIERE PERO DECIR QUE SENASA ES UNA INSTITUCIÓN POCO SERÍA ES COMO DECIR QUE LA POLICÍA Ó EL PODER JUDICIAL NO SON SERIAS.CREO QUE ARGENTINA NECESITA HOY MÁS QUE NUNCA FORTALECER LAS INSTITUCIONES.PARA QUE VUELVA LA CONFIANZA.Y ANTE EL MUNDO SEA UN PAÍS CREÍBLE.Y QUE EL CIUDADANO NO TOQUE TIMBRE EN LAS BÓVEDAS.
Héctor, si el Estado investiga todos los hechos de corrupción, que investigue este. Te agrego esto es más grave, Senasa que es el Estado, irrumpe en la propiedad privada. Esto es gravísimo y lesiona la Constitución Nacional. Saludos!
Hay algo que llama la atención:
Porqué luego de la barra al final del Renspa, el número de pastajero de la Sra vendedora, Es posterior (/08), al número del Sr comprador (/02).
Qué pasó allí…???
Quiere decir que de antemano venian trabajando juntos dentro del mismo Establecimiento??
No Adrián, los dos Renspas son dos barras del Renspa de la vendedora. Saludos
Atacar un organismo por el lado de la poca eficiencia o los actos de corrupciòn – lamentablemente – en nuestro paìs suele ser la antesala de la privatizaciòn y/o el desfinanciamiento.
Mas allá de que hay muchas cosas para corregir en SENASA, siempre es fäcil echarle la culpa porque no tiene como defenderse. En ningún momento pongo en duda la buena persona de este Sr. consignatario, pero en los pueblos chicos sabemos con quien hacemos negocios. Por fuera de este caso en particular, el consignatario no entendió, entiende ni entenderá, que la salud publicano no es un negocio, y que hay reglas que cumplir, por encima del negocio, y eso es lo que mas molesta del SENASA,…. le cagamos un negocio…….. Pero como en la Argentina somos de memoria corta, hay que recordar los los sucesos de brote fiebre de aftosa del 2000 fueron facilitados para no cagar un negocio, la hacienda entro ilegalmente a la Argentina, y ahi no estaba involucrado el SENASA creo, pero de eso nadie habla. La historia es larga y sigue … se sabe el final pero nadie habla….. no se cosa que se atente contra el nombre de una buena persona ……. por favor…….
Hoy por hoy la culpa es del SENASA, de todo, estamos de moda, solo quisiera que se sepa todo, lo que pasa y también lo que paso, caiga quien caiga.
Así que estimado Longoni le pido que si la moneda tiene dos caras muestre las dos. ABRAZO.
Estimado, he leido su comentario. Senasa, no tiene como defenderse? Perdón en este caso en particular, no lo puede hacer. Todos estos hechos son reales y con todas las pruebas. Muy simple, el Organismo durante la vacunación obvió dos Renspas, lo hizo a nombre de la EX VENDEDORA…..su obligación es hacerlo a nombre de quien figura en ese momento. No está clara su pregunta, si tiene alguna duda envieme un mail: arnaude_adm@hotmail.com. Como verá si hablamos de seriedad, aqui esta mi nombre, mi cara y mi email. Saludos. Guillermo Arnaude DNI 8527378