Nadie puede acusar al gobierno de Javier Milei de falta de coherencia: no tiene ningún plan para mejorar la infraestructura vial pero, sin tampoco un plan para incrementar la producción agropecuaria, entonces ambas acciones (o inacciones) están completamente alineadas.
El gobierno nacional tiene entre manos el lanzamiento de licitaciones para concesionar más de 9000 kilómetros de rutas nacionales y autopistas, pero sin un plan de obras nuevas que promueva la competitividad del sector agroindustrial. La cuestión es que para la concesión de las diferentes rutas falta mucho y hasta entonces la situación se encuentra en un “limbo”.
“Para el gobierno central las rutas nacionales no existen, no les importa, no les interesan. La situación es insostenible”, indicó este lunes el ministro de Obras Públicas de la provincia de Santa Fe, Lisandro Enrico, en referencia a la falta de mantenimiento de las rutas nacionales.
El funcionario santafesino dijo que “no cortan el pasto, no tapan los pozos, no tienen proyectos, cambian las cosas todo el tiempo, y políticamente nadie pone la cara”.
“La Nación cobra impuestos al IVA, Ganancias, no saca las retenciones (derechos de exportación), pero tampoco pone un peso en las rutas. Esa es la realidad: nadie habla de rutas nacionales porque es un tema que está en el interior y este es un gobierno que tiene una mirada muy porteña, es una porteñocracia, y la verdad es que no les importa”, aseguró.
En ese sentido, el ministro dijo que el gobernador de la provincia, Maximiliano Pullaro, pidió que si no reparan las rutas, la Nación se las pase a la provincia para que se pueda hacer cargo.
Enrico se refirió a los accidentes fatales y dijo que “en las rutas hay muertos y lamentablemente va a seguir habiendo, pero a Nación no le importa. Les mando mensajes a los de Vialidad, les digo que hubo otro muerto, y falta que me pongan el disco de la risa. Ahora, si ese muerto que yo les cuento a los del gobierno de (Javier) Milei fuera en Capital Federal, en el Obelisco o en la General Paz, ahí sí tienen plata, porque para (la ciudad de) Buenos Aires sí tienen, pero para el interior no. Esa es la verdad”.
En ese sentido, el ministro reconoció que “la caída de la infraestructura vial es tan grande que andar un día de lluvia en las rutas nacionales que atraviesan la provincia es peligrosísimo”.
“Nosotros también tenemos rutas provinciales en mal estado, pero al menos tenemos un plan, estamos sobre el tema. Pero a la Nación no le importa, es gente que viaja en avión por el mundo, es muy difícil que entiendan el problema”, añadió.
Y explicó que “desde la provincia le hemos dado asfalto a Nación para que repare sus pozos, en la (ruta) 11, en la 34, en la 168. Son 2700 kilómetros de rutas nacionales que hay en Santa Fe. Le damos asfalto, les pedimos que nos den las rutas y no pedimos nada a cambio. Más no podemos hacer”.
Debido a la gravedad de la situación, Enrico mencionó que el gobernador analizó la posibilidad de ir a la Corte Suprema de Justicia de la Nación para intentar resolver el problema crítico.