El conflicto entre los trabajadores aceiteros afiliados a SOEA –que tiene injerencia en las fábricas oleaginosas localizadas en el sector norte de la ciudad de Rosario– y algunas industrias pudo resolverse esta tarde de manera satisfactoria en el ámbito de la sede porteña del Ministerio de Trabajo.
El problema surgió a partir de una confusa redacción de un párrafo del acuerdo –firmado el pasado 30 de diciembre entre SOEA y FTCIODyARA con Cámara de la Industria Aceitera– que permitía diferentes interpretaciones.
Uno de los ítems del acuerdo contempla el pago de un aporte no remunerativo, denominado “bono pandemia”, de 90.000 pesos pagadero en nueve cuotas de 10.000 pesos para aquellos trabajadores efectivos y contratados que hayan prestado servicios durante el aislamiento obligatorio vigente entre marzo y diciembre de 2020 (vale recordar que parte de los planteles fueron licenciados al ser contemplados en los grupos de riesgo de Covid-19).
El párrafo en cuestión señala lo siguiente: “En el caso de los trabajadores con jornada reducida o que hayan ingresado con posterioridad al 19 de marzo de 2020, dicha suma será liquidada en forma proporcional”.
Algunas compañías aceiteras procedieron a liquidar la primera cuota de ese bono de manera proporcional a los días efectivamente trabajados en el período de aislamiento obligatorio, mientras que los gremialistas entendían que el texto hacía referencia a los meses en cuestión, es decir, para que los prestaron, por ejemplo, servicios durante cuatro meses, entonces deberían recibir un bono completo de 40.000 pesos en cuatro cuotas, pero sin descuento alguno por ausentismo justificado o no.
Las negociaciones al respecto comenzaron ayer –con la amenaza por parte de SOEA que reiniciarían medidas de fuerza en caso de que no se cumpla con sus expectativas– para terminar hoy con la convalidación del criterio de interpretación exigido por el gremio aceitero.
Foto. Daniel Succi. Secretario Gremial de SOEA.