Según el informe sobre inflación del INDEC, publicado el viernes, el conjunto de los precios en marzo subió 11%. Frente a esto, los promedios de los cortes vacunos que mide ese organismo (asado, carne picada, paleta, cuadril y nalga) aumentaron 9%.
En febrero sucedió lo mismo. La inflación promedio fue de 13% pero los cortes cárnicos -según la medición de IPCVA en Buenos Aires, Córdoba y Rosario- habían subido entre 6% y 8%.
En cualquiera de las mediciones el precio en la góndola está cayendo en términos reales y está situación a su vez está impactando en los valores del ganado para la faena.
Este fin de semana había en algunas cadenas de supermercados precios del ojo de bife y bife de chorizo envasados al vacío a menos de 9.000 pesos el kilo vivo, cuando semanas atrás superaban los 10.000 pesos.
Los supermercados usan a la carne vacuna como incentivo para atraer clientes, pero también es cierto que lo que no pueden exportar o si el mercado local paga mejor lo colocan en sus sucursales.
Nada de eso oculta la crisis del consumo y su impacto en los precios de la carne y de la hacienda.
El salario pierde contra la inflación y la exportación tiene un dólar atrasado con costos en alza y pierde cada semana competitividad.
En marzo, los valores de la hacienda tuvieron mejoras menores y tampoco hay variaciones en lo que va de abril, que sería el tercer mes de retraso consecutivo respecto de la suba de precios de la economía argentina.
El mes pasado el promedio del novillo fue de 1.704 pesos por kilo vivo, el mismo que en febrero. Los novillitos mejoraron 4%, las vaquillonas 7% y los precios de las vacas cayeron 9%.
La baja en las categorías de vacas tiene relación con la mayor oferta estacional por los tactos y descartes que se están haciendo en los campos de cría y por la caída en el poder de pago de los exportadores, que tienen un dólar atrasado, inflación todavía alta y que perciben precios por la carne que mandan a China, el principal cliente argentino, 20% menores a los de 2023.
La baja en el precio de la carne pego en el precio del ganado para faena y por eso también aflojó el valor del ternero. Estamos en plena zafra, la oferta es alta y a eso se suma ese factor. Por eso en las últimas semanas los valores de esta categoría tuvieron bajas, que no fueron importantes, pero en definitiva implican caídas en términos reales.
El ternero hoy se negocia entre 3000 y 3200 pesos y la ternera entre 2800 y 3000 pesos. La pérdida fue de 200 pesos por kilo vivo.