Diego de la Puente es uno de los socios de la consultora Novitas, que es una de las más prestigiosas del mercado agrícola local. En una entrevista con Bichos de Campo contó que en las últimas semanas los teléfonos de su oficina comenzaron a sonar y que quienes llamaban eran operadores del mercado internacional preocupados por la próxima cosecha de soja en la Argentina y cómo podría verse afectada por la falta de lluvias.
Los argentinos solemos creernos más importantes de lo que realmente somos: está el viejo chiste aquel de que podemos suicidarnos tirándonos desde nuestro propio ego. Pero, en este caso, algo tenemos que ver, porque la Argentina es el tercer productor mundial de soja, detrás de Estados Unidos y de Brasil, y por lo tanto incide en el mercado de un producto esencial para garantizar la seguridad alimenntaria global.
¿Somos los argentinos los responsables de la fenomenal escalada de la soja, que en los últimos días logró superar los 500 u$s/tonelada FOB en el mercado internacional? Solamente en parte y De la Puente nos lo explicó con mucha claridad.
Escuchá la entrevista con Diego de la Puente:
“La variable climática es hoy tremendamente importante: es la variable”, confirmó el analista de Nóvitas. Pero no es la única ni somos los únicos jugadores del mercado internacional, donde la soja ahora se paga a 500 dólares. De la Puente lo explica así: “Hay dos o tres variables muy importantes que están jugando todas juntas”.
-¿Y cuáles son?
-Por un lado hay una demanda firme, que es genuina. El líder es China, en soja, en maíz, en trigo y en productos que no son tan tradicionales como el sorgo y la cebada. Están con una demanda que no hemos visto nunca.
De la Puente reveló que en el mercado no se sabe a ciencia cierta por qué razón China está comprando tanto grano y otros alimentos, si es solo porque tiene una demanda interna genuina o si es para generar reservas estratégicas frente a las hipótesis de un conflicto armado con Taiwán, como especulan los analistas internacionales. Lo cierte es que está comprando y tracciona.
“Después tenemos una demanda especulativa, que tiene que ver con los grandes fondos de inversión. Estados Unidos, durante la economía en pandemia, emitió una enorme cantidad de dólares, y esto llevó a que el dólar se depreciara. Y como las tasas de interés están en cero, los fondos de inversión se preguntan para que voy a invertir en posiciones financieras si no me van a pagar nada”, indicó el analista.
Así las cosas, lo que hacen actualmente los grandes fondos de inversión es buscar refugio en los mercados de commodities en general , y sobre todos en los alimenticios. “Son los que les permiten defenderse de la inflación”, razonó Diego.
-Está claro que la demanda existe. Vamos a la oferta…
-Esto ya pasó. Tuvimos la crisis financiera con una sequía en Latinoamérica en la campaña 2008/09 y llegamos al pecio de la soja de los famosos 600 dólares. En 2012 no llegamos a tener una crisis igual, pero veníamos con el arrastre y sucedió la segunda peor sequía en la historia de Estados Unidos. Entonces, yo no sé que va a pasar con el clima este año, pero entiendo que estamos en un punto clave. Por eso tengo que tener cuidado a la hora de decirle a un cliente cómo cubrirse.
-¿Por qué tanta prevención?
-Si mañana la situación climática se sique complicando en algunas zonas, vamos a ver cómo termina. Brasil recibió algunas lluvias la semana pasada. Acá en la Argentina pasa de todo, en algunas zonas llovió bien y en otros no tanto. Los números son muy ajustados en la soja.
-¿Qué dicen los números?
-Cuando vos mirás la relación stock/consumo, que es el termómetro del mercado, es decir cuánto me queda de soja para hacer frente al consumo, en 2008 esa relación era muy parecida a la que tenemos hoy. En 2012 también. Prácticamente no hay stock. Hoy nadie se rasga las vestiduras porque Estados Unidos tenga que salir a importar soja de Latinoamérica.
-Intuyo entonces que la soja puede llegar a seguir subiendo…
-Depende del clima. Ahí es donde el mercado le puede llegar a poner el freno. Si acá la cosecha, no es que tenga un fracaso pero tiene un traspié, con los números de oferta y demanda que hay en el mundo, y bueno…
De la Puente cree que para que los precios no se desboquen todavía más hace falta, como mínima, que la cosecha sudamericana sea buena, en los rangos previstos por el USDA (Departamentoi de Agricultura de los Estados Unidos): unas 133 millones de toneladas en Brasil y unas 40 millones pata la Argentina.
“Si esos números no están es probable que la soja siga subiendo”, nos advirtió el analista.
Por supuesto que nada es eterno en los mercados, ni estos actuales 500 dólares por tonelada. El experto de Nóvitas dice que es probable que estye problema de oferta tienda a desinflarse cuando Estados Unidos comience la siembra y los “farmers” vuelquen una mayor superficie a la soja en detrimento del maíz.
Pero bueno, también hay señales de una sequía en Estados Unidos, que podría dar por tierra con este pronóstico…
Será ese otro capítulo.