Juan Manuel Garzón y Nicolás Torre, dos economistas del IERAL, el instituto de investigaciones económicas de la Fundación Mediterránea, se tomaron el inmenso trabajo de medir la presión fiscal de los últimos 16 años sobre dos establecimientos rurales de Córdoba, uno de Leones y otro de Jesús María. También proyectaron cómo serían las cosas en la campaña 2018/19, que acaba de iniciarse. La conclusión fue que la mayor presión fiscal sobre esos productores se registró en el segundo gobierno de Cristina Kirchner. Y aunque cedió bastante en los primeros años de Mauricio Macri, ahora volvió a apretar bastante con la reimplantación de las retenciones.
Los dos campos estudiados para hacer este ejercicio (que por supuesto no son verídicos sino imaginados) no son de un terrateniente sino más bien de un productor más bien de mediano a pequeño, de 500 hectáreas. El tipo además hace bien las cosas, porque no hace soja sobre soja sino que rota en todas las campañas sembrando 25% de Trigo /Soja de segunda, 35% de Soja de primera, y 40% de Maíz. Este hipotético productor compra los insumos en julio de cada año y vende su cosecha durante los 6 meses a levantarla. Con esos datos se construyó el margen bruto para cada uno de los casos.
Primero veamos qué escenario le tocará a estos dos ñatos.
En el caso de Leones, “los principales impuestos nacionales y provinciales que recaen en forma directa o indirecta sobre la actividad representarán el 55,8% del margen neto antes de impuestos”. El hombre tendrá un ingreso por hectárea de 41.404,3 pesos antes de impuestos y después debería empezar a descontar. De entrada, los derechos de exportación se llevarán 53,7% de esa suma, unos 12.400 pesos por hectárea. Luego hay que ir sumando otros tributos como Ganancias (33,9% del total) y el Impuesto Inmobiliario Rural (6,2% del total). Al buen hombre el margen neto después de impuestos se le reducirá a 26.130 pesos.
El caso de Jesús María, es muy parecido y no vale la pena repetir tanto. Al final de la campaña 2018/19, la carga de los impuestos será del 57,5% del margen neto. Como es un campo menos productivo que el anterior, los derechos de exportación tendrá mayor peso (58,9% del total de impuestos), mientras que bajará la incidencia de Ganancias (30,7%) y del Impuesto Inmobiliario Rural (3,3% del total). En este caso, el ñato tendrá un margen limpio de impuestos de 28.409 pesos, que se reducirá a solo 17.083 pesos si paga religiosamente todas sus obligaciones.
Esto fue lo que vendrá. Como síntesis podríamos decir que los impuestos se llevarán entre 55 y 58% de la rentabilidad de un predio agrícola.
¿Y qué sucedió en las campañas anteriores? Esto es lo más jugoso del informe de Garzón y Torre.
Tomemos el caso del establecimiento Leones, en la zona núcleo agrícola cordobesa. En tiempos de Néstor Kirchner (2003 a 2007) la presión fiscal promedio fue del 63,6% del margen bruto neto antes de impuestos. Con el primer gobierno de Cristina y la intentona de retenciones móviles (2008 a 2011), el productor cedía 70,3% de su dinero en impuestos. Pero fue en el segundo periodo de CFK (de 2011 a 2015) cuando esa presión fiscal llegó a un máximo de 71,8%.
En los tres primeros años de Macri (con la eliminación de las retenciones a los cereales y la baja para la soja, esa presión fiscal se redujo a 56,7% del margen neto de Leones. Y en la presente campaña se ubicaría en el mencionado 55,8%, ya que las retenciones regresaron pero la mejora del tipo de cambio licuaría el peso de otros tributos.
El caso Jesús María es, nuevamente, muy parecido, pues la mayor presión fiscal se registró en el segundo gobierno de Cristina y se redujo considerablemente en los tres primeros años de Cambiemos.
“De la medición histórica, una primera observación que surge de los resultados es que, para los establecimientos testigos, la mayor presión tributaria legal, en términos de márgenes netos, se observó durante el segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner”, resume el trabajo.
Luego los economistas de la Fundación Mediterránea se hacen la pregunta que todos harían: ¿El actual gobierno disminuyó la carga de impuestos y regulaciones?
“Los resultados indican que durante los tres primeros años del gobierno de Mauricio Macri, la carga asociada a impuestos y regulaciones se redujo”, fue la respuesta. Mucho tuvo que ver en esta mejoría la eliminación del “Efecto Cupos”, como denominan los expertos a los permisos de exportación (ROE) que trababan las exportaciones de granos y alteraban todos los precios.
¿Y por qué si ahora volvieron las retenciones no aumenta la carga tributaria total? Responden los analistas de la Mediterránea que “la suba de derechos de exportación (decretada en setiembre de 2018) estaría siendo compensado por otros factores, en particular la importante suba de precios internos de los granos (superior a la de muchos costos, caso de fletes) y cambios de política tributaria”.