Por Nicolás Razzetti.-
La inundación golpea a la mayor región ganadera del país, la Cuenca del Salado. También al noroeste bonaerense, y el sur de Córdoba y Santa Fe. En toda esa región está radicada la mayor parte del rodeo de cría y de los feedlots que abastecen a los grandes centros urbanos de la pampa húmeda.
El exceso de agua atrasó los engordes y distorsionó el normal abastecimiento de operadores del negocio de la carne vacuna, que trabajan con bajos niveles de stock en cámara. A pesar de eso, los datos que difundió el Senasa indican un incremento significativo de la faena durante agosto pasado. Creció 5,5% en relación a igual mes del año pasado. En el acumulado de los ocho primeros meses del año, la suba fue de 6,5% respecto de igual periodo de 2016. Hasta el momento se faenaron 8,3 millones de cabezas.
El mes pasado el incremento en la oferta de gordo estuvo liderado por la mayor oferta de vaquillonas y de terneras, que aumentaron 20% y 9% respectivamente. Esto tiene que ver con el proceso de vaciado de los feedlots y con el fin de un ciclo de retención de vientres.
También se observa por cuarto mes consecutivo un incremento en la oferta de novillos. Se trata de un dato positivo, ya que da cuenta del mayor interés del ganadero por producir machos más pesados aprovechando los bajos precios que el maíz tuvo este año respecto de las cotizaciones de la hacienda. En agosto, en definitiva, la faena de novillos aumento 4,4%. También mejoró la faena de novillitos, un 6% interanual.
El otro dato que indica que los ganaderos están apuntando a la producción de machos con más kilos es que la faena de terneros creció sólo 1% en agosto y apenas 1,5% interanual.
¿Se desacelera la faena de pollos?
El pollo es la segunda carne más producida en el país, con registros en torno a las 2 millones de toneladas en los últimos años. Su desarrollo estuvo muy vinculado en la década pasada a los subsidios del kirchnerismo. Sin esa ayuda, con altos costos internos y con limitaciones para exportar, las cuentas del sector dan en rojo.
Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (Cepa), adelantó semanas atrás a Bichos de Campo que se pensaba en una reducción de la faena en torno al 10%, con la intención de mejorar los precios en la góndola y así comenzar a reducir las pérdidas del sector. De las tres carnes más consumidas, la que más retrasado tiene el precio al público es sin dudas la de pollo.
Ese adelanto de Domenech se está materializando. Al menos eso indican los datos de la faena de agosto. La información publicada por Senasa señala que si en los primeros siete meses del año la faena aumentó 5,5%, el mes pasado el incremento lo hizo solo 1,8%.
El porcino sigue pum para arriba
La faena de cerdos en agosto aumentó 5,3% interanual. En tanto, en el acumulado del período enero-agosto el crecimiento fue del 7,3%. La carne porcina es cada vez más aceptada por el consumo interno que promedia los 15/17 kilos por habitante y por año.