Todos los 8 de octubre se celebra el día del trabajador rural y muchos equivocan que se eligió ese día en homenaje al cumpleaños del ex presidente Juan Domingo Perón, que nació el 8 de octubre de 1895 en Lobos. Pero no es así. Porque ese día de 1944, antes de que el General soplara las velitas y fuera presidente, se sancionó el primer estatuto del peón rural que tuvo la Argentina. Por eso la celebración.
Se hizo por decreto 28.169 e impulsado, eso sí, por Perón, que por ese momento era un sorprendente secretario de Trabajo del gobierno militar de Edelmiro Farrell. “Representó un gran avance para la época ya que el documento establecía medidas en defensa del salario del peón y su estabilidad laboral. Entre ellas, se hacía referencia al pago en moneda nacional (es decir, basta de fichas y papeles), salarios mínimos y descansos obligatorios”.
Aquel primer estatuto fue luego derogado por otro gobierno militar, luego fue restituido en 1974 (cuando “el Viejo” volvió al poder luego de un largo exilio) y fue vuelto a derogar por el proceso de reorganización nacional o la más sangrienta de las dictaduras. Ya en democracia, en 2004 pudo ser reinstaurado y actualizado. En 2011, con la Cristina Kirchner peleada con las patronales del agro, se sancionó un nuevo estatuto mediante la Ley 26727. Por suerte sigue en vigencia.
Saludamos a quienes construyen el campo argentino, y con su labor y compromiso aportan valor a los alimentos que consumimos. Por ser impulsores de las economías regionales y base del desarrollo del país, a cada trabajador y trabajadora rural, ¡Feliz día! pic.twitter.com/7eWFZwPw6w
— INTA (@intaargentina) October 8, 2022
En la página de la UATRE, la Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores, se recuerda que la promulgación de aquel primer estatuto de 1944 “es señalada como el comienzo de la protección legal del trabajador rural”.
En diciembre de 1946, ya con Perón en la Presidencia, el Congreso sancionó la Ley 12.921, que fue promulgada en junio de 1947, que ratificaba ese Estatuto del Peón.
De todos modos, la propia UATRE recuerda que “los orígenes del sindicalismo rural en la Argentina se remontan a principios del siglo XX”. Se refiere a uno de los episodios más dramáticos en la historia de los trabajadores rurales ovejeros, que fueron las huelgas de los peones patagónicos entre 1920 y 1921, que tuvieron como uno de sus líderes a Facón Grande. La matanza cruel de ese dirigente y más de 1.500 trabajadores más fueron relatadas por Osvaldo Bayer en su libro La Patagonia Trágica.
Los orígenes del sindicalismo rural organizado, en tanto, datan del 15 de octubre de 1947. Ese día nació la Federación Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (FATRE). Recién en octubre de 1988, y luego de múltiples intervenciones de gobiernos civiles y militares, una resolución del Ministerio de Trabajo resolvió dar origen a la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores, que desde 1991 estuvo conducida por el fallecido Gerónimo Momo Venegas.
Venegas fue protagonista de otro hito del sindicalismo agropecuario: en 2001 se reglamenta la ley 25.191 que creó la Libreta del Trabajador Rural y puso en funcionamiento al Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE), junto a las entidades de la Mesa de Enlace.