La mayor parte de las divisas generadas por la Argentina provienen del sector agroindustrial en general y del complejo sojero en particular. Pero esa actividad se encuentra en riesgo y, por extensión, también lo está la Argentina toda.
Bichos de Campo lo anticipó a fines del año pasado, pero la Argentina, consumida por cuestiones de política interna, sigue sin incluir al problema en el ranking nacional de cuestiones críticas.
Por ese motivo, hoy miércoles AcSoja, entidad que agrupa a la cadena sojera argentina, realizó un evento en formato virtual para intentar alertar sobre la gravedad del asunto.
La cuestión es que en los próximos años EE.UU. incrementará de manera progresiva el procesamiento interno de soja para atender la creciente demanda interna de aceite de soja destinado a la elaboración de biodiésel. Si bien esa estrategia se diseñó años atrás con el propósito de cumplir con compromisos ambientales asumidos ante Naciones Unidas (“Acuerdo de París”), este año se aceleró ante el nuevo escenario geopolítico planteado por el conflicto ruso-ucraniano.
Pero, claro, por cada tonelada de aceite de soja que produzca EE.UU., la contraparte de ese proceso será la obtención de cuatro toneladas de harina de soja, la mayor parte de las cuales, seguramente, se destinarán al mercado externo para competir fuerte con las colocaciones realizadas por Argentina, país que es, por el momento, el mayor exportador mundial del producto.
“Argentina se va encontrar con que EE.UU. va entrar masivamente al mercado de harina de soja para competir de manera agresiva”, advirtió Ivo Sarjanovic, ex CEO de Alvean (joint venture entre Cargill y Copersucar) y actual profesor de la Maestría de Finanzas de la Universidad Tortuato Di Tella.
Además advirtió que, frente a una menor oferta exportable de poroto de soja en EE.UU., la demanda china comenzaría a presionar con más ímpetu por originar poroto en Sudamérica. “La amenaza es por partida doble, porque se va a perder mercado de harina de soja y se va a exportar más poroto con menor valor agregado”, proyectó Sarjanovic.
Pero eso no es todo. En el último año Brasil también incrementó de manera notable el procesamiento interno de soja con el propósito de aprovechar los elevados precios internacional el aceite de soja.
“En los últimos doce años hemos perdido parte del tren con el estancamiento de la producción de soja en la Argentina, pero lo que tenemos por delante es lo más crítico que va a enfrentar el país en los próximos años”, alertó Fernando Correa Urquiza, director regional del área de oleaginosas de Louis Dreyfus Company (LDC).
“Si no hacemos nada al respecto, en algún momento podríamos llegar a ser meros exportadores de materia prima con todo lo que eso implica en la dinámica comercial, porque, mientras que la exportación de poroto es estacional, las fábricas aceiteras necesitan abastecerse de soja durante todos los meses del año”, explicó.
El problema, a pesar de ser grave, está tan ausente en la agenda de trabajo del gobierno nacional que ni siquiera forma parte de las negociaciones bilaterales con EE.UU. para rehabilitar la posibilidad de exportar biodiésel a ese mercado, algo que no es factible desde 2017 a causa de barreras comerciales implementadas durante la gestión de Donald Trump.
“Argentina tiene una balanza comercial deficitaria con EE.UU. En lugar de pedir financiación con cada viaje oficial a EE.UU, deberíamos pedir acceso de mercado para poder exportar aceite de soja y biodiésel, lo que permitiría compensar la balanza comercial con ese país”, expuso Gustavo Idígoras, presidente de Ciara-CEC.
Una medida clave para fortalecer al sector agroindustrial sería aumentar de manera considerable el uso interno de biodiésel, que en la Argentina se elabora con aceite de soja. Pero el gobierno nacional, luego de un grave desabastecimiento de gasoil –que sigue vigente– aceptó un incremento moderado del consumo del biocombustible y por un tiempo limitado.
“En febrero de este año le dijimos a la Secretaría de Energía que no iba a haber gasoil suficiente en la Argentina y tardaron tres meses en instrumentar un corte mayor de biodiésel y de manera temporaria”, remarcó Idígoras.