“Plantá mandioca y cosecharás progreso” le dijo su padre a Marcelo Dziewa, hoy presidente de la Cooperativa Agrícola Ganadera de Gobernador Roca. En esa localidad misionera que lleva el nombre de Rudecindo Roca -hermano de Julio Argentino y primer mandatario del entonces Territorio Nacional de Misiones- se asienta la principal cuenca hortícola de la tierra colorada.
En diálogo con Bichos de Campo, Dziewa cuenta que “la mandioca está presente desde siempre en la chacra, es algo que heredamos de nuestros padres y abuelos. A su vez, viene de la cultura indígena y decimos que la tenemos incorporada en forma cultural porque es un alimento que es parte de nuestra mesa en Misiones”. Además, el cultivo cumple un rol de suplemento en la nutrición de los animales en el campo.
“Con el tiempo, cuando la mandioca comenzó su proceso de industrialización con la producción de fécula, las fábricas comenzaron a comprar raíces. Ahí hubo un crecimiento productivo que trascendió el autoconsumo o la venta en fresco y se destinó al agregado de valor”, rememora Dziewa.
De esta manera, los colonos sumaron este cultivo como un recurso más en la chacra dentro de la diversificación productiva, por ejemplo, entre plantaciones de yerba mate. La fécula de mandioca que se obtiene en el proceso industrial no sólo tiene como destino la elaboración de la famosa chipa, sino que es un insumo utilizado en diferentes cadenas alimenticias como así también en la industria farmacéutica y cosmética.
La cooperativa surgió en 2005, inicialmente pensada como una herramienta para mejorar las condiciones de comercialización de la yerba mate aunque rápidamente apareció la mandioca en escena. “Hoy los pilares de nuestra entidad son la fécula y la mandioca pelada, congelada y empaquetada, siempre en el marco de colonos que tienen un poco de todo”, sintetiza Dziewa.
“Ahora tenemos cerca de 90 socios activos, muchos van y vienen según el año y los precios. Nosotros hacemos fécula contratando el servicio a la empresa Valois en Gobernador Roca. A su vez, la cooperativa había incursionado en la mandioca parafinada para su comercialización en fresco. Pero, cuando YPF dejó de fabricar la parafina y se dificultó conseguir ese insumo, ahí fue que dijimos ‘¿Si pelamos y congelamos?’ Hoy optamos por el congelado, con un producto que está listo para la olla”.
La mandioca congelada se comercializa con el sello “Nuestras Raíces”, una identidad que refiere tanto al tubérculo como a la raigambre familiar de los colonos. El mercado de este producto se concentra en Misiones, pero la cooperativa llega a la ciudad de Buenos Aires y suma presencia en Corrientes y Córdoba.
El productor explica que “la mandioca tiene una durabilidad muy corta, unos siete días luego de cosechada y ya se echa a perder. Al congelarla aseguramos que esté apta para un consumo seguro, tiene sus ventajas y facilidades, tanto para el comerciante y el consumidor”
-Al productor, ¿le conviene entregar a la industria o vender para empaquetar?
-Hoy, si el productor tiene que optar, le conviene vender para empaquetado antes que la industria. Es un mejor precio, diferenciado pero el producto también lo es, es mandioca de mejor calidad. En la industria, entra todo, raíces viejas, nuevas, todo. En cambio, al paquete enviamos una calidad estándar de producción que no supera el año, con una raíz de un grosor determinado, tiene que ser una variedad dulce que ‘cocine’ (Nota del redactor: que se ablande con la cocción) en vez de las amargas.
El ciclo productivo del tubérculo comprende la siembra de la rama de mandioca (que funciona como semilla) en los meses de julio a septiembre. La cosecha inicia a partir de marzo hasta septiembre o quizás un poco más según el año. Dziewa revela que “en particular, en los meses de octubre y noviembre, se suele evitar la cosecha por un proceso natural de la planta que hace que la raíz ‘no cocine’ y se vuelva dura por más que esté horas en la olla, no hay caso”.
-¿Cuál es el escenario actual de la producción de mandioca en Misiones?
-2021 y 2022 fueron años con bajas precipitaciones, menor producción y buena rentabilidad. Esto incentivó en 2023 una mayor producción con un muy buen precio por entonces, hasta llegar a 2024 con una superproducción que alcanzó los 100 millones de kilos. El tema es que estamos con el mismo precio desde hace tres años, unos 60 pesos por kilo de mandioca que se destina a la industria. Nosotros estimamos que la presente campaña tendremos una merma del 50%, hubo mucha producción afectada por heladas, menor plantación y a esta altura del año solo está quedando mandioca vieja, como decimos nosotros, que va para la industria.
Si bien la mandioca está presente en toda la provincia, su producción con destino a la industria se asienta tradicionalmente en el corredor de la Ruta Nacional 12, entre las localidades de Gobernador Roca a Puerto Esperanza. No obstante, otras cuencas se consolidan para la producción como San Vicente y el Soberbio en la región del Alto Uruguay y Comandante Andresito en el extremo noreste. Al presente, la fécula proveniente de Brasil y Paraguay es una competencia difícil de afrontar para la industria local.
-¿Es el precio el principal factor que determina el volumen de cada campaña?
-El productor, si ve que el precio es rentable va a sembrar para el año que viene. Estimo que debería tener un incremento frente a la falta de raíces de esta campaña. Tuvimos heladas muy importantes donde quien no guardó bien su semilla (la rama de mandioca) se echó a perder. Así que con este panorama se espera una menor cantidad y tenemos la expectativa de que tienda a encontrar un punto de equilibrio en volumen de producción y precio de la materia prima.
Elogio de la Mandioca: Misiones aporta el 80% de ese cultivo y más de la mitad se industrializa
El pasado mes de junio, Dziewa aún se desempeñaba como titular de la Cámara Empresarial Clúster de la Mandioca Misionera (que actualmente integra como tesorero) y junto a representantes del sector productivo y del gobierno provincial presentaron en ARCA y Ministerio de Economía de la Nación una solicitud para equiparar el IVA de la fécula de mandioca con el de la harina de trigo, con una reducción de 21 al 10,5% en la alícuota. Si bien fueron recibidos por las autoridades nacionales, aún no hubo una respuesta en torno al pedido realizado.
Recientemente publicado, el informe de las economías regionales de Coninagro correspondiente al mes de junio volvió encender la luz roja para la producción de mandioca remarcando que los precios de referencia han aumentado sólo un 16% interanualmente, muy debajo por el índice de inflación.
Al respecto, el referente del sector sentencia que “hoy es imposible vivir sólo del cultivo de las raíces porque los costos no lo permiten y siempre es una actividad más en la chacra. Los agricultores que integran la cooperativa se caracterizan por tener yerba, animales y hortalizas, en ese esquema sumamos la plantinera hortícola para proveer de la muda de verdura y asegurar un mejor desarrollo productivo”.
No obstante, Dziewa recupera las palabras de su padre y con expectativas, a sabiendas de que la mandioca siempre está en la chacra, insiste “que el colono que pueda sembrar, que siembre, porque va a tener su beneficio”.