El balance trimestral presentado por Mastellone Hnos (La Serenísima), principal industria láctea argentina, es un reflejo de la situación presente en la economía, en la cual sólo prosperan los negocios financieros, mientras que aquellos proveedores de bienes y servicios están pasando por una “picadora de carne”.
En el primer trimestre de 2022 Mastellone Hnos logró obtener una ganancia neta de 16,0 millones de pesos versus una pérdida de 1281 millones de pesos. A primera vista, parece que se trata de una notable mejora, dado que la empresa logró revertir la abultada pérdida registrada el año pasado. Pero al analizar la composición de la utilidad, es posible advertir que la diferencia lograda no provino del negocio lácteo, sino de diferencias monetarias y financieras.
Además de un mercado interno pauperizado, Mastellone Hnos debe hacer frente desde 2020 al régimen de precios máximos establecido por el gobierno de Alberto Fernández, el cual determina que la empresa debe vender una gama de lácteos a precios que no logran cubrir los costos integrales para subsidiar, con sus propios recursos, a los consumidores argentinos.
“Al igual que lo sucedido durante todo el año anterior, nuestros precios de venta han sido insuficientes para compensar una nueva alza de nuestros costos, lo cual termina impactando en los resultados operativos del período”, indicó hoy la empresa en un comunicado remitido a la Comisión Nacional de Valores (CNV).
“Estos incrementos, más la situación inicial de deterioro de márgenes, no ha podido revertirse durante el trimestre, llevando a la compañía a registrar una nueva pérdida operativa consolidada de 1024 millones de pesos, solo compensada luego por resultados de tipo financiero o relacionados con la reexpresión de los estados contables por inflación”, añadió.
Traducido: el negocio de la empresa no es rentable, pero no porque no tenga entre manos un negocio viable, sino porque no le permiten vender a precios adecuados. Si logró ganar algunos pesitos en el primer trimestre del año es por obra de diferencias financieras, que, vale aclarar, no generan valor alguno en la economía real.
“Es importante señalar, que la compañía ha mantenido en todo momento el normal abastecimiento de productos lácteos acompañando la demanda del mercado, incluyendo también aquellos que forman parte del programa de ‘Precios Cuidados’, a pesar de que los precios de venta de estos recién han podido ser actualizados en enero 2022 luego de cinco meses desde el incremento previo”, denunció Mastellone Hnos.
La empresa está realizando esfuerzos por incrementar las operaciones de comercio exterior, aunque esa es tampoco la solución porque, debido al “cepo” cambiario, los exportadores reciben muchos menos pesos de los correspondientes por cada dólar generado (las famosas “retenciones cambiarias”).
“En lo que respecta a las actividades de comercio exterior, se ha ido regularizando la situación del transporte internacional, lo que nos permitió embarcar aquellas operaciones pendientes de fin del año anterior e incluso las normales para esta primera parte del año”, señaló Mastellone.