Venimos mostrando en Bichos de Campo la delicada situación de la principal economía regional que tiene la Argentina: la vitivinicultura del Cuyo. Se resume en que desde hace un largo tiempo el producto a vender, el vino, no produce un retorno suficiente como para que los productores de uva reciban un precio justo por su cosecha. En el medio hay, por supuesto, agravantes, como los abusos de grandes sobre chicos dentro de la propia cadena. Y también hay excusas: muchos dicen que el problema de fondo es que sobra vino, porque cayó el consumo.
En los últimos días se produjo una noticia que apunta a aliviar ese declamado sobrestock. Contó el sitio MdzOn que luego de varias reuniones entre autoridades de Mendoza y San Juan finalmente se repetirá esta vendimia un acuerdo tendiente a eliminar los denominados “excedentes vínicos” para así intentar mejorar los precios de la uva.
En concreto, el Ministerio de Economía y Energía de Mendoza informó que llegó a un acuerdo con su par de San Juan para que el 26% de la cosecha de vides de ambas provincias (constituyen el 95% del total) se destine a otros usos, en especial la venta en fresco o la elaboración de mosto. Así, 1 de cada 4 uvas que se cosechen no terminarían en una botella de vino.
“Por fortuna hemos podido fijar la pauta diversificadora para esta temporada”, remarcó Sergio Moralejo, subsecretario de Agricultura y Ganadería de Mendoza. “Nos pareció que el porcentaje acordado es el adecuado para seguir tonificando los precios y consecuentemente reducir el sobrestock de vino”.
Esa esperada suba de los precios, de todos modos, comenzó a perfilarse en las últimas semanas, debido básicamente a que se espera una caída importante de la producción mendocina, debido a razones climáticas que afectaron los parrales pero también a un paulatino abandono de fincas por parte de los productores.
En Bichos de Campo hicimos un programa con testimonios de varios de ellos:
Sobre el precio que se está pagando por la uva en Mendoza, Moralejo comentó que se está observando un marcado incremento en el precio de las uvas. La criolla, por ejemplo, se está pagando a 8,50 pesos y en algunos casos a 9 y 9,50 pesos. Los precios del año pasado rondaron los 4,30 pesos.