La prioridad, para el equipo económico liderado por Sergio Massa, no es otra que frenar la sangría de divisas del Banco Central para llegar a las elecciones presidenciales sin un nuevo sacudón cambiario. De otro modo no se entiende que esta noche se haya confirmado la incorporación del maíz al Dólar Agro para las economías regionales y algunos granos, pues la medida tiene un alto impacto distorsivo en muchas cadenas productivas y meterá más presión al índice inflacionario.
Un par de horas antes de la publicación de las normas en el Boletín Oficial, funcionarios de Economía adelantaron una serie de medidas fiscales y cambiarias tendientes a recaudar una suma de 2.000 millones de dólares en divisar para el Banco Central. En el capítulo agropecuario del paquete se incluye una mejora del tipo de cambio ya anabolizado que tienen disponibles algunos exportadores. Irá de 300 pesos por dólar, el valor fijado en mayo pasado, a 340 pesos. Es decir que tendrá una mejora de apenas 13%.
La gran novedad, de todos modos, es la incorporación del maíz al menú de cultivos que podían operar a ese tipo de cambio mejorado, y que incluía al girasol, el sorgo y la cebada, además de economías regionales a las cuales les ha costado mucho aprovechar este supuesto beneficio. El maíz, del cual los exportadores todavía deben comprar cerca de 5,5 millones de toneladas de los productores, es el que podría aportar el grueso de los recursos que con urgencia necesita el BCRA para hacer frente a los compromisos internacionales y evitar no solo un default sino la temida devaluación.
Peor la medida vinculada a ese grano, así como sucedió con los tres sucesivos Dólar Soja, impactará de lleno en la estructura de costos de muchas cadenas que tienen al maíz como principal insumos, empezando por las productoras de los distintos tipos de carne y leche, pero sumando otras actividade como la elaboración de bioetanol, el biocombustible que debe cortar las naftas al 6% y que se elabora a partir del cereal.
No se anunció en estos anticipos ningún tipo de compensación a esas cadenas productivas, que sentirán una suba de sus costos cercana al 15% y deberían tener que trasladarla a sus precios de venta.
A la par, y tal como había trascendido, se impuso un impuesto PAIS que encarecerá el dólar la que se realizan las importaciones. Pero en este caso, voceros oficiales aclararon que se “eximen de pagar dicho tributo adicional a “importaciones vinculadas a la canasta básica alimentaria”. Habrá que ver la letra chica de la medida para tener certezas de esto.
El paper oficial se refiere a este tema de este modo:
- Impuesto PAIS Bienes: se generaliza el impuesto País al 7,5% para todos los bienes, excepto: (i) Medicamentos y material para combatir el fuego, exentos por artículo 36 de la Ley 27.541, (ii) Suntuarios, que ya pagan el 30%, (iii) Combustibles, lubricantes, bienes vinculados a la generación de energía, así como insumos y bienes intermedios vinculados a la canasta básica alimentaria, seguirán sin pagar el Impuesto País.
Ese ismo paper distribuido esta noche por Economía, al respecto de las medidas que encarecerán las importaciones que todavía disfrutaban de un tipo de cambio oficial de 270 pesos, prometía además no entorpecer las importaciones temporarias, en una clara referencia para las fábricas aceiteras que -debido a la fortísima sequía de los últimos meses, han visto caer sus niveles de abastecimiento local a mínimos históricos y deben importar a lo largo de este años unas 10 millones de tonelada de soja de los países vecinos, que se procesan aquí y luego se reexportan convertidas en harina y aceite.
De todos modos, las fábricas que recurran a este camino deberán financiar -una vez más- al fisco (vía retenciones) y al Banco Central (vía liquidación de divisas) adelantando el pago de la exportación al desembolso de los dólares que necesitan para importar la materia prima.
Lo decía de este modo:
- Importaciones Temporales: no afectamos las importaciones que generan exportaciones (Agro Industria y Automotrices). Las importaciones temporales del Decreto 1330/2004 y Decreto 688/2002 (esquema RAF) de automotrices quedan fuera del alcance del Impuesto PAIS en la medida de que el “pago” de la importación se efectúa luego del “cobro” de la exportación relacionada y/o prefinanciación o anticipo con fondos propios. Se crearía un padrón positivo con las empresas que solicitan este beneficio.