Una pregunta inicial frente a la Resolución 276/2023 -que fue publicada este martes en el Boletín Oficial- es si corresponde a la Secretaría de Agricultura legislar y promover en materia bioenergética, o si debería hacerlo la Secretaría de Energía. Pero la propia resolución responde que la Subsecretaría de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional “tiene entre sus competencias, diseñar y coordinar la ejecución de programas y políticas en materia bioenergética, así como la implementación de instrumentos de promoción, conciliando los intereses del Gobierno Nacional, las Provincias y los diferentes sectores”.
Respondido esto, la noticia es que el organismo que dirige Juan José Bahillo acaba de crear un nuevo programa -aunque sin presupuesto claro asignado- llamado “Municipios Bioenergéticos”, entendiendo la bioenergía no como una cuestión de hippies trasnochados sino como “la energía derivada directamente de la biomasa o de su transformación en vectores aprovechables energéticamente”.
Los empaquetadores: Diseñaron un equipo para aprovechar los residuos de la poda como biomasa
Es decir que no hay nada de misticismo en esta iniciativa sino que el objetivo es “implementar un modelo de aprovechamiento térmico a partir de biomasa seca residual local, con el fin de mejorar la calidad de vida de la población, generando desarrollo endógeno y federal”.
En otras palabras, como se convierten en un insumo de calderas y estufas los residuos vegetales u otros derivados de la actividad agropecuaria.
A partir de la creación de este nuevo programa, la llamada Coordinación de Bioenergía de la Dirección Nacional de Bioeconomía debería “ejecutar las líneas estratégicas de manera coordinada con los municipios seleccionados; coordinar acciones conducentes al desarrollo de las líneas estratégicas; monitorear el avance y reglamentar la operatoria y selección de los beneficiarios y la asignación de los recursos disponibles”.
Un pequeño detalle es que esta nueva iniciativa no tiene por ahora “recursos disponibles” porque el dinero por ahora no se hace con biomasa. De hecho, en el artículo 8° de la resolución se aclara que “el gasto que demande la ejecución del Programa será atendido con cargo a los créditos del Servicio Administrativo Financiero 363 (corresponde a la Secretaría de Agricultura), sujeto a disponibilidad presupuestaria”.
En fin, la idea es buena: “La promoción del creciente suministro de energía térmica a partir de biomasa para impulsar en las comunidades la transición energética hacia una descarbonización de la matriz económica-productiva a largo plazo”.
Vamos hacia allá.