La situación climática viene mejorando y, luego de una seca brutal que derivó en una alta liquidación de vientres, los criadores se preparan para la revancha en 2024, lo que ya se está anticipando en el cierre de este año.
Los precios de la invernada están mejorando y también los de los vientres. “Los valores de los terneros redoblaron la apuesta y superaron nuevamente a la inflación estimada del mes, aumentando casi todas sus categorías por encima del 12% mensual. En términos constantes es el valor más alto desde septiembre 2022”, dijo el analista Francisco Ravetti quien hace análisis del mercado y forma parte de la consultora AZ Group.
La suba tiene mucho que ver con la menor oferta estacional y las posibilidades de retención del ganado tras la mejora climática.
“La oferta de terneros/as sigue su camino descendente y se movilizaron 456.644 cabezas durante octubre, un 39% menos que septiembre y un 2,4% menos versus octubre de 2022. La llegada de precipitaciones en varias zonas ganaderas que necesitaban de las mismas imperiosamente, y la incertidumbre electoral, les permitieron a los precios fortalecerse. La alta inflación, la menor oferta, la posibilidad de que El Niño se asiente más y la incertidumbre respecto a la situación del país, son factores que jugarán a favor de los precios en el corto plazo”, evaluó Ravetti.
Algo ya es seguro: En 2024 habrá menos terneros por la liquidación de hembras y por las fallas en la preñeces, y eso también afectará a la oferta del 2025.
Desde este análisis, “si se cumplen los pronósticos ‘llovedores’ del verano, tendremos buenas condiciones para volver a sembrar verdeos y pasturas, y las manos de los recriadores ausentes durante esta zafra volverán a levantarse”. A modo de conclusión, mejor clima y menor oferta de terneros supone un fundamento positivo para los precios.
Aunque hay otra cuestión que condiciona al negocio: la incertidumbre política económica. “Ante la urgencia por escapar de los pesos y frente a la falta de varios insumos, el ternero vuelve a convertirse en refugio de valor, tanto para el que lo tiene como para el que lo quiere tener”, indicó este análisis.
Por eso desde esta entidad de cabañeros dijeron que “aun en el escenario de Sergio Massa presidente, las expectativas son buenas para la cría. La oferta por sí misma será la clave para defender los valores. Si a esto se suma una ayuda de la demanda pastoril, el panorama será mucho más alentador.
Y esa esperada mejora en los terneros se extendería a los vientres que también faltarán y que tienen terreno por recuperar en cuanto a precios.
“Un vientre preñado general cotizó en octubre en torno a los 400 dólares billete, mientras que el promedio general de los últimos 10 años fue de 650 dólares por cabeza”, dijo Ravetti quien agregó que “con buenas oportunidades en el presente, y buenas expectativas hacia el futuro, la clave está en planificar”.