El consumo proyectado de harinas vegetales proteicas crecería a un ritmo anual promedio del 0,9% en los próximos diez años, una cifra bastante inferior al 2,9% registrado en la última década.
El pronóstico, presente en la reciente publicación OCDE-FAO Agricultural Outlook 2023-2032, se explica tanto por la aplicación de tecnologías tendientes a lograr una mayor eficiencia de conversión de harinas vegetales en carne y por una reducción del stock ganadero en la Unión Europea como producto de crecientes y restrictivas regulaciones ambientales.
En China, que representa más de una cuarta parte de la demanda mundial de harinas proteicas, al igual que en EE.UU., se prevé una desaceleración del crecimiento del consumo de ese insumo. No es el caso de América latina, donde se estima que la región, con Brasil a la cabeza, seguiría fortaleciéndose como elaboradora y exportadora de proteínas cárnicas.
El estudio prospectivo indica que el procesamiento de soja aumentaría en 44 millones de toneladas durante la próxima década, una cifra inferior al crecimiento de 75 millones registrado en la década anterior.
Se prevé que la producción mundial de harinas proteicas a partir de oleaginosos aumente en una media del 0,9% anual para alcanzar las 405 millones de toneladas para 2032. La producción mundial de harinas proteicas seguiría siendo dominada por la harina de soja, que representa más de dos tercios de la producción mundial de harinas proteicas.
El informe de OCDE-FAO proyecta que la producción de soja crecería en un 0,9% anual en comparación con el 2,2% anual. durante la ultima década. Y que dicho crecimiento sería impulsado mayormente por aumentos de rendimiento.
“Una parte considerable del aumento de la superficie cosechada adicional proyectada de la soja resultará del doble cultivo en Sudamérica, dado que en el caso de Brasil la oleaginosa se siembra luego de cosechar el maíz y en la Argentina después de recolectar el trigo”, apunta el documento.
“Brasil ha sido en los últimos años el mayor productor de soja y se espera que la oferta de la oleaginosa crezca un 0,8% anual en la próxima década, una tasa ligeramente más alta que la de EE.UU., donde la proyección de crecimiento es del 0,6%”, añade.