Por Nicolás Razzetti.-
Los productores ya vendieron el 50% de la cosecha de trigo 2017/18. Según las cuentas del Ministerio de Agroindustria, la exportación lleva compradas 7,4 millones de toneladas y los molinos 1,5 millón más. Entre ambos se hicieron de casi 9 millones sobre una cosecha de 18 previstas por la cartera agropecuaria.
Este año los productores anticiparon la venta del cereal y negociaron un porcentaje mayor que en 2017. A la misma época del año pasado los productores habían vendido sólo el 38% de la producción de trigo.
Los buenos precios forward que hubo en los meses pasados y las necesidad es de financiamiento de los productores aceleraron la comercialización del cereal.
Hace pocos meses hubo precios tentadores de trigo para contratos anticipados que permitían asegurar un piso de precio y cierta rentabilidad. Eso también se correspondió con la necesidad de los exportadores de hacerse de mercadería para cubrir los compromisos de embarques, explica el analista Gustavo López quien además consideró que los productores prefieren financiarse con la venta de trigo y conservar la soja.
López consideró que “el ritmo de embarques es muy bueno entre diciembre y enero, y en función de los barcos anunciados se estima un volumen de exportación de 3 millones de toneladas. Y hasta ahora unas 700 mil fueron a Brasil, lo que significa que el resto va a países de África ,como Argelia, Kenia, Sudáfrica, y el sudeste asiático”.
Si bien siempre es conveniente tener una variedad importante de mercados abiertos, y más en un escenario de alta oferta mundial, la venta a destinos de África y Asia -que son de poco valor y en los cuales entra a tallar el costo del flete-, hacen que el precio FOB del trigo argentino se deprima. Al respecto, López indicó: “el FOB de Argentina es el más bajo del mundo, en torno a los 180 dólares, cuando en EE.UU. Golfo de México es de 205 dólares, en Francia de 197 o en Rusia de 195 dólares”.
Por este tema, el consultor Carlos Etchepare se preguntó: “¿Conviene seguir fomentando la exportación de trigo a mercado que pagan poco y encima en plena cosecha? En ese esquema el que pierde es el pequeño productor que tiene menos espaldas para aguantar y menos acceso a los instrumentos del mercado de futuros”.
Para el analista es conveniente intentar la postergación de la venta siempre que la situación de cada uno lo permita, ya que “en pocos meses aparecerá la demanda de Brasil y eso apuntalará los precios. De hecho ya lo estamos viendo en la posiciones futuras”.
En tal sentido López agregó que “la menor oferta prevista para los meses que vienen ya se está reflejan do en los valores del mercado a término, donde el trigo julio vale 178 dólares contra los 170 que se pagan en la venta disponible”.