Representantes del sector yerbatero de Argentina, Brasil y Paraguay se pusieron de acuerdo para crear la Federación Internacional Sudamericana de Productores de Yerba Mate, una organización sin fines de lucro que tendrá por objetivo proteger y fomentar la producción, evitando que el cultivo pueda ser manipulado genéticamente, además de promover una mayor comercialización de este producto tan característico en la región y en el mundo.
Sus socios son los únicos tres países donde crece la especie Ilex paraguariensis, que es el caprichoso árbol de donde se cosechan los brotes que dan origen a la yerba mate, y que más allá de los ensayos por ahora no prospera más allá de cierta región geográfica que comparten esos tres países. En el caso de la Argentina los yerbales se ubican solo en Misiones y el norte de Corrientes. Uruguay, que es el principal consumidor mundial de esa infusión, curiosamente no tiene producción propia. Por ese motivo no forma parte de esa nueva institución con sus vecinos del Mercosur.
La creación de la Federación Internacional se dio luego de una reunión realizada en la sede del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), en Posadas, que contó con la presencia de representantes del sector productivo local como Nelson Dalcolmo, Jonas Petterson y Claudio Marcelo Hacklander; integrantes del Instituto Brasileño de Erva Mate (IBRAMATE), Alberto Tomelero, Cleomar Henrique Konzen e Ismael Rosset, y del Centro Yerbatero Paraguayo, Eduardo Oswald, Naida Alderete, Héctor Sauer y Alejandro Úbeda.
La decisión tomada en ese encuentro fue que la presidencia de la Federación sea rotativa entre los países, quedado Argentina seleccionada para administrar su primera gestión.
“Nosotros siempre somos invitados a participar a las reuniones que se llevaban adelante en Brasil y en Paraguay, y ahí fue creciendo la idea de armar esta Federación para poner los objetivos que tenemos en común los tres países en relación a la Yerba Mate. El más importante de ellos, a mí parecer, es proteger la identidad de la yerba mate tal como es, como la Ilex paraguariensis, y que no se permita ningún tipo de modificación genética”, dijo a Bichos de Campo Jonas Petterson, actual director interino del INYM.
“Buscamos además ir incorporando poco a poco otros temas y cuestiones como ser la difusión de las bondades de la yerba mate a nivel mundial, porque si bien somos los tres países que la producimos, el objetivo es que el producto que se genere aquí se pueda vender afuera y no comprima a los mercados locales”, añadió el productor.
Otras problemáticas que se buscan discutir en el marco de esta nueva organización es la cuestión sanitaria del cultivo, analizando las enfermedades que se encuentran presentes en cada país y trabajando para prevenir que las mismas se extienda, además de compartir tecnologías y nuevos tipos de manejo.
-¿Se discutió la cuestión del glifosato y su reemplazo?- le preguntamos a Petterson.
-No del glifosato puntualmente, pero sí se planteó y está dentro del estatuto el trabajar en conjunto para mantener las normas de calidad estándar que hay en el mundo. Es decir, tratar de que llevemos la producción de los tres países a los niveles de calidad del mundo y que eso sea respetado. No nos sirve a ninguno de los tres países plantear ningún nivel de calidad que no esté dentro de lo que ya se exige.
-¿Hay detrás de esto alguna empresa yerbatera privada?
-No. Detrás de esto solo hay representantes de las entidades productoras de estos países.
-¿Se sabe algo respecto a la financiación que tendrá esta Federación y a quien será el primer presidente por parte de Argentina?
-No, por ahora son cuestiones que no tenemos definidas.
Tras el encuentro realizado días atrás en la sede del INYM, el representante de Brasil, Alberto Tomelero, indicó: “Para nosotros es un día histórico. Alcanzamos el objetivo de unir los tres países que producen yerba mate y a partir de ahora trabajar para el desarrollo y crecimiento de la actividad, empezando por los productores, agricultores familiares, que son la gran mayoría que produce, y buscar alternativas de desarrollo, difundir los beneficios de nuestra yerba para la salud, sumar nuevos consumidores e ir hacia un equilibrio de rentabilidad para todos los que están en la cadena yerbatera”.
Eduardo Oswald, del Centro Yerbatero Paraguayo, manifestó por su parte que “cumplimos un sueño; venimos trabajando hace más de un año para lograr esto y hoy estamos concluimos la parte organizativa, con estatuto y comisión directiva, y el trabajo en conjunto lo iremos definiendo de acuerdo a las prioridades de cada país”.
Señaló también que “el anhelo es la integración; hablamos mucho y a veces no salimos de esas palabras, y hoy avanzamos. Esto es importante teniendo en cuenta cómo se va configurando el mundo, con la globalización, y nosotros, en conjunto los tres países, decidimos aunar esfuerzos para que nuestro producto siga ganando mercado”.