Mientras gasta 400 millones de dólares del Fondo Estabilizador del Trigo (FETA) en tratar de ayudar prácticamente a una sola empresa (Molinos Cañuelas) y no logra evitar una fuerte suba de los precios minoristas del pan, que ya roza entre 450 y 500 pesos por kilo, el gobierno nacional no tiene plata propia ni empacho en ordenarles a las empresas cerealeras que adelanten otros 25 millones de dólares para un segundo fideicomiso que subsidiará los precios de los paquetes de harina y fideos secos que ingresan en el programa oficial de “Precios Cuidados”.
Firmada por Sergio Massa, la resolución 812/2022 del Ministerio de Economía, definió lo siguiente: “Autorízase el aporte anticipado del monto máximo anual de la compensación para el fideicomiso previsto para el año 2023 establecido en el Anexo de la Resolución Conjunta N°3 del 4 de marzo de 2022 del ex Ministerio de Desarrollo Productivo y del ex Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca durante el ejercicio en curso”.
¿Qué quiere decir? Que Economía “autoriza” a las empresas exportadoras de trigo y maíz que deben poner plata para ese fondo (creado en marzo pasado por el ex secretario de Comercio, Roberto Feletti) para anticipar el desembolso previsto para el año que viene. Esa “autorización” es por lo menos curiosa, porque las empresas exportadoras no estaban ni siquiera anoticiadas de que tenían que hacer ese nuevo desembolso.
“Tendremos que poner plata adelantada, de registros (de exportación) que no hemos hecho porque la sequía se llevo todo, así que no entiendo de dónde creen que sacaremos esa plata”, reveló a Bichos de Campo una fuente del sector exportador, sorprendido por la nueva noticia.
Se trata nada menos que de 25 millones de dólares que Feletti calculó iba a necesitar este año para subsidiar a fabricantes de paquetes de harina de un kilogramo y de fideos secos que aceptaran listar sus productos en el programa oficial de precios máximos (“Precios Cuidados”). Tal como anticipó oportunamente Bichos de Campo, el ex funcionario K hizo tan mal las cuentas que esa previsión de presupuesto se agotó a los 90 días.
Ahora, sin plata, ese fideicomiso se muestra necesario para convencer a las empresas molineras que venden directamente al consumidor y a los fabricantes de pastas secas que se mantengan dentro del nuevo programa de precios que quiere impulsar Massa y el secretario de Comercio, Matías Tombolini. De allí esta insólita nueva resolución de Economía.
“Son todos vivos. Así firma cualquiera con la plata de otro”, evaluó una fuente del sector exportador de trigo y maíz, que es de dónde salió el financiamiento original para poner en marcha el fideicomiso privado con recursos destinados para los molinos. Luego, al poco tiempo, Feletti ideó otro fideicomiso mucho más ambicioso y escandaloso, el FETA, que debía recaudar 400 millones de dólares por medio de la suba de dos puntos de las retenciones a los productos del complejo sojero (incluso el biodiésel).
A ese “fideicomiso público” Tombolini anunció que lo reformularía para redirigirlo hacia los panaderos, pero luego metió “violín en bolsa” y se llamó a silencio: es que el 80% de los recursos van a manos de Molinos Cañuelas, una empresa concursada por 1300 millones de dólares que tiene muy buenos lazos con el kirchnerismo.
Lo cierto es que ahora habrá que ver si los exportadores que han sido “autorizados” a adelantar los 25 millones de dólares para el primer fideicomiso deciden hacerlo. Aquella primera acta se firmó el día 20 de diciembre de 2021. La idea era subsidiar la harina de trigo pan tipo 000 y fideos secos “en el marco de un mecanismo de asistencia financiera previsto bajo pautas de previsibilidad y seguridad jurídica”, que es evidente que no funcionó.
El fideicomiso harinero fue reglamentado luego, el 4 de marzo de este año, por la resolución conjunta 3 del ex Ministerio de Desarrollo Productivo y del ex Agricultura, Ganadería y Pesca, que ahora fueron absorbidos por Economía. Por eso es Massa el que ahora tomó la decisión de pedir el adelanto para lo que queda de 2022 de los 25 millones de dólares previstos recién para 2023.
“Con motivo en el incremento del valor del trigo en el mercado, el fideicomiso agotó los fondos disponibles de manera anticipada a las estimaciones efectuadas al momento del dictado de la Resolución Conjunta 3”, epxlicó la nueva resolución de Economía. Un auténtico “mangazo” de dinero.