Un informe del economista Juan Manuel Garzón, de la Fundación Mediterránea, estimó que la recaudación en concepto de derechos de exportación, más conocidas como retenciones, se estaría aproximando a 328 mil millones de pesos en 2019, un 88% más (en términos reales) que en 2018. En dólares se llegaría a 6.745 millones, lo que implica un salto del 71% contra el 2018.
Hay que recordar que este tributo permanecía solo para la soja y sus derivados hasya agosto de 2018, pero a partir de allí se generalizó para todos los productores de la economía, que pasaron a tributar 3 o 4 pesos por dólar exportado. Así se duplicó su importancia en las cuentas públicas, ya que pasaron de representar 3,4% del total en 2018 a 6,6% en este ejercicio fiscal.
Dice Garzón, que es un economista especializado en el sector agropecuario, que “la recaudación más alta que tuviera esta tributación fue de 13.116 millones de dólares en 2011 y su mayor participación en el 2008 (con 13,4% de los recursos tributarios y 3,1% del PBI)”. En esos dos casos gobernaba Cristina Fernandez de Kirchner, que mediante altas retenciones se apropio de parte de los precios de los commodities muy superiores a los niveles actuales.
Por sufrir una mayor carga tributaria y por su elevada participación en las exportaciones totales, el complejo sojero estaría aportando cerca de 204.400 millones de pesos en 2019, el 62% de la recaudación total por este impuesto a la exportación.
Los complejos de cereales (trigo, maíz y sus principales derivados industriales) y los de las restantes oleaginosas (girasol, maní) aportarían por su lado unos 45.000 millones, 14% del total.
Otros productos de base agropecuaria relevantes, como el caso de carnes, lácteos, vinos, hortalizas y legumbres, aportarían otros 29.800 millones de pesos (el 9%), mientras que los restantes productos, en su mayoría manufacturas de base industrial, dejarían 18.600 millones en el Fisco (o el 6%). Finalmente, los servicios, aportarían unos 30.200 millones (9%).
El documento de la Fundación Mediterránea afirma que si se ordena a los pocos países que aplican derechos de exportación -según el ratio recaudación efectiva/flujo de exportaciones-, la Argentina ocupaba el 5° puesto con una relación del 6,9% en el año 2017.
Ese ranking lestaba iderado por un pequeño país-isla de Oceanía, las Islas Salomón, seguido por Rusia, Costa de Marfil y Kazajistán. Suponiendo que no se hayan producido cambios importantes de política tributaria en otros países, Argentina estaría llegando al podio en 2019, con una relación que promediaría el 9,5%, y que la ubicarían en un tercer lugar, muy cerca del segundo (Rusia, 9,6%), evaluó este estudio.
Pero lejos de retroceder, la Argentina podría incrementar la presión fiscal sobre sus exportadores. Según apunta Garzón, “dfadas las urgencias fiscales, el próximo gobierno podría intentar subir los derechos de exportación. De concretarse, además de ser una mala noticia por las distorsiones que genera este impuesto, debe advertirse que no hay mucho espacio para una tajada fiscal mayor, al menos sin afectar en forma significativa las condiciones de competencia de los exportadores”.