Sebastián Brizio es un productor mixto de la zona de Cañada Rosquín, en Santa Fe. Hace tambo (una tradición familiar), forrajes que se destinan a la alimentación animal y granos que en gran parte van al mercado.
En diálogo con Bichos de Campo, Brizio indicó que las neo-retenciones (de 4 pesos por dólar exportado para los granos) fueron muy inoportunas porque, en su caso y en muchos otros, los productores esperaban en la campaña 2018/19 poder recuperarse del mal momento que atravesaron el ciclo anterior, signado por una gran sequía que mermó mucho la producción de soja y maíz.
“El maíz (sin retenciones), a un precio del 60% de la soja, ayudaba para pagar, alquileres entre otras cosas. Ahora, con las retenciones, está en 53% el precio del cereal versus el de la oleaginosa. Hay que producir muchos quintales más para pagar”, razonó Brizio.
El productor ya tenía todas las fichas jugadas al maíz cuando llegó el nuevo impuestazo y por eso dice que la medida “nos agarró sin cintura”. Para el año que viene tenía pensado sembrar trigo y maíz, pero confiesa que terminará metiendo soja en segundo término, debido a la nueva relación de valores.
Aquí la nota completa con el productor de Cañada Rosquín:
En cuanto al tambo, Brizio dice que “los precios altos de los cereales con un dólar elevado, hace que los ingresos del tambo sean nulos. Todo lo que no es forrajero está en dólares y producimos en pesos”, señaló. En su caso reconoce que puede bancar el tambo con la agricultura, porque sino su destino sería otro.
Ejemplifica de la siguiente forma: “Una buena relación de mercado es cuando podés pagas un kilo de expeller con un litro de leche, o 1,8 kilos de maíz. Hoy el kilo de expeller está 10 pesos y el de leche 8”, cuenta Brizio, que tiene 300 vacas en ordeñe y llega a 10 mil litros diarios.
“El principal problema del tambo es el desfaje entre lo que consumís en el día y pagás en la semana, y lo que producís, vendés y cobrás al 20 del mes siguiente. Ese delay entre la compra y venta, más los costos altos a contado, que no se pueden pagar de otra forma por los altos costos financieros, todo te golpea un montón”, resume el productor santafesino.