Pablo Pailolle cría y produce cerdos junto a su hermano en una pequeña chacra mixta de 60 hectáreas ubicada en Camilo Aldao, en el departamento cordobés de Marcos Juárez. Allí también hacen soja y maíz para consumo de sus animales. Es “el modelo” del cual hablan muchos políticos, pues agrega valor a los granos en su territorio y así genera arraigo.
Sin embargo, en diálogo con Bichos de Campo Pablo confesó que a veces se ven tentados a vender granos más que cerdos, porque con los altos precios actuales sería más rentable.
“En nuestro criadero teníamos100 madres y lo tuvimos que achicar a 50 madres porque no nos daban los números. El año pasado nos pagaban 60 pesos el kilo del capón. A principios de 2020 teníamos el quintal de maíz a 900 pesos y ahora está 1.700 pesos. Por eso vemos que hoy nos conviene más vender los granos que los cerdos”, reconoció el productor que pertenece a Federación Agraria Argentina (FAA) desde los quince años de vida y que actualmente dirige el Distrito 6 sur de Santa Fe.
Hace rato que teniamos ganas de entrevistas a Pablo Pailolle, el “chacarero provocador”. ¿Por qué? Estuvo en el centro de críticas de sus pares productores cuando hace poco se expresó de modo solidario con Dolores Etchevehere y el proyecto Artigas: fue hasta la estancia entrerriana del ex ministro de Cambiemos para decir que él consideraba que había que discutir políticas de acceso a la tierra.
Su nombre volvió a sonar disonante en los últimos días, cuando Pailolle se manifestó en contra del paro agropecuario dictado por las entidades de la Mesa de Enlace (incluyendo su Federación Agraria) tras el cierre de exportaciones del maíz.
Pero Pablo tiene la conciencia muy tranquila. Explicó que su postura tiene que ver más con las raíces de la propia entidad que integra. “Esto tiene que ver con la historia de FAA. Esta entidad siempre tuvo dos cuestiones: el acceso a la tierra y el comercio administrado de granos. En el caso de la tierra, la FAA era administradora de distintas políticas de colonización. Por eso, en parte, la situación que se dio en torno al conflicto con los Etchevehere lo circunscribimos a ese contexto”, indicó.
Mirá la entrevista completa a Pablo Pailolle:
-El Grito de Alcorta fue eso, una asamblea muy grande de arrendatarios que se rebelaron porque no tenían acceso a la tierra y las condiciones impuestas por los estancieros eran leoninas.
-Exacto, y luego de ese Grito de Alcorta se formó la FAA y puso el eje en dos cuestiones: el acceso a la tierra y la comercialización. Ahora, respondiendo acerca de si siento que voy a contramano de lo que piensan muchos colegas, siento que en parte es verdad. Entre los pequeños y medianos productores ganó mucho terreno esta idea de que el Estado es mala palabra y que es una sanguijuela que te saca y devuelve muy poco. Entonces cuando defendemos que intervenga el Estado te tratan de loco. Pero la verdad es que los pequeños y medianos productores nos hicimos propietarios precisamente por la intervención del Estado.
-¿Cómo es eso?
-Después de esa lucha de Alcorta, se sancionó la ley de Arrendamiento Rural, la 13.246, la cual junto a los créditos del Banco Nación a 30 años permitió que muchos arrendatarios se transformaran en propietarios. Con esto quiero aclarar que no toda intervención es buena, pero a veces puede ser virtuosa en defensa de los pequeños y medianos productores.
-Pero Pablo, muchos productores ven al Estado como una sanguijuela porque muchas veces el Estado se comporta así… Entonces aparece cierta reacción lógica
– Si, tienen sus razones, pero después hay que desmenuzar la situación porque no todos los políticos ni todas las políticas de Estado son iguales.
-Está bien, las generalizaciones nunca son buenas. Ahora, vos decís que te gustaría un Estado con políticas agropecuarias virtuosas. ¿Sostenés que las hubo en algún momento porque tanto vos como tu hermano son propietarios de un pequeño campo?
-Lo heredamos, no es que lo hicimos nosotros. Pero veo que cuando a la política agropecuaria la dejamos librada a que solo la maneje el mercado se produce lo que tenemos hoy: una super concentración y desaparición de productores. No quiero ser dramático pero los productores de 50 o 60 hectáreas en la Pampa Húmeda somos productores en vías de extinción.
-Bueno, eso lo confirma el último Censo Nacional Agropecuario: Desapareció el 40% de productores entre 1988 y 2018. Y la mayoría eran de la región Pampeana.
-Los resultados son los que estamos viviendo. Por eso necesitamos un Estado que intervenga, que ayude industrializar la materia prima, que aplique políticas públicas diferenciadas y que haga competitivo al pequeño productor con respecto al grande, lo que podría darse con una buena segmentación de retenciones.
-Dame argumentos…
-Antes, en esta zona, un productor con 60 hectáreas podía alquilar unas 100 hectáreas al vecino, y hacía una unidad económica que le permitía vivir bien y que sus hijos pudieran quedarse en el campo. Hoy para alquilar esas 100 hectáreas al vecino, si no ponés por adelantado 20 quintales no las alquilás. Entonces ese pequeño productor no puede competir con el gran contratista y va quedando afuera. Por eso necesitamos que el Estado atienda esa problemática. Luego habrá que ver si al Estado le interesa sólo el número final, independientemente de quien produzca, o si le interesa más una cuestión de desarrollo del interior.
-Tus últimas dos manifestaciones públicas fueron de apoyo a la toma de la estancia de los Etchevehere y al cierre de las exportaciones de maíz. ¿Vos sentís realmente que a los del proyecto Artigas les interesaba el acceso a la tierra tal cual lo planteás? ¿Pensás que a Luis Basterra le interesa desacoplar el precio externo del interno o eso del cierre era una simple chicana política? ¿Les crees?
-Más que creerles o no trato de que se instale otra agenda. Aparte de tenerle un gran respeto al proyecto Artigas, lo hago independientemente de si se trata de Grabois o de Etchevehere. Lo hago porque por primera vez se pone en discusión cómo es la concentración de tierras y la posibilidad de discutir una colonización. Y lo mismo pasa con el cierre de exportaciones del maíz. No estuve a favor del paro porque los pequeños y medianos productores a esta altura ya vendieron todo su maíz para salir a pagar las cuentas, y el que tiene un remanente de cereal se lo da a sus animales. Entonces, ¿Qué motivo teníamos para ir al paro? Íbamos a ir en apoyo a otros. La propuesta del paro era clara: que el Estado no interviniera en la comercialización de granos.
-Claro, iba en contra de lo que vos pensás. ¿Vos pedís una intervención virtuosa?
-Exacto. Esto es independiente de los actores que intervienen. Si le creo o no a Basterra es algo secundario. Brasil industrializa el 70% u 80% de su maíz y eso es generar laburo en el territorio, pero en Argentina hacemos todo al revés, exportamos al maíz en su mayoría como grano y no lo industrializamos. Si se cerrara una exportación para llevar adelante una política en esa dirección estaríamos de acuerdo, pero si fuera una medida para favorecer a algunos grupos concentrados, o si fuera meramente coyuntural o administrativa de las circunstancias entonces no estaremos de acuerdo.
-Vos sos representante de FAA en el consejo directivo del INTA, de modo que estás vinculado con el Estado y lo ves funcionar ¿Tiene resto ese Estado como para generar una política virtuosa?
-Yo no sé si hay resto o no, pero estamos obligados. Es decir, no hay margen para no hacerlo. Escucho mucho que tenemos problemas de pobreza estructural, pero para resolverla hay que destrabar problemas estructurales de la economía. No puede ser que cada vez más se siga concentrando la producción agropecuaria en pocas manos. ¿Vos sabés que hay 2.600 explotaciones agropecuarias que explican más del 70% de la soja en la Argentina? Entonces si no producimos cambios estructurales es muy difícil que podamos resolver los problemas de fondo.
-Vos sos de los tipos a los que los políticos felicitan porque agregan valor en territorio, convirtiendo los granos en carne, en este caso cerdos. Sin embargo, por lo que contás, hoy te resulta más ventajoso primarizarte.
-Exacto. El tipo de chacras como tenemos nosotros es la que le da valor agregado a la producción y dinamiza la actividad en los pueblos del interior. Pero muchos de nuestros compañeros ya abandonaron y sostienen que es mejor vender los granos para no renegar. Te digo más: Camilo Aldao, el pueblo de Marcos Juárez donde vivo, es un pueblo de 6 mil a 7 mil habitantes y al igual que en muchos pueblos del interior, la principal mano de obra está en la comuna o municipalidad. Y vos dirás, ¿Pero cómo, si de esos pueblos ricos salen las cosechas récord? Y si, las comunas se vuelven la caja de alimentos de montones de tipos que quedaron desocupados, tipos que laburaban en chacras y que se van al pueblo para que los sostenga la municipalidad. Por eso digo que algo está mal.
-¿Cómo eras cuando vos eras chico?
-Mi viejo era federado y veterinario y recorríamos juntos casi todas las chacras. Antes, en la década del ´80 había un criadero de cerdo en cada chacra del cual vivían de 2 a 3 familias y en el pueblo no existía desocupación. Pero en la década del ´90 se fue perdiendo todo, particularmente por la importación de cerdos muchas veces provenientes de Brasil. Muchas otras políticas han hecho que sientas lástima cuando recorrés los territorios y ves las taperas. Hoy ves montecitos que antes eran chacras. Se ha dado una fuerte expulsión de gente del campo a las ciudades y en las ciudades precisamente no se lo está pasando tan bien.
Es interesante la nota a Pablo Pailolle.
Para los que no estamos en el día a día del campo argentino, nos da una vis3ion distinta de la realidad que muestran habitualmente los medios.
No obstante uno se queda con la idea de una idealización no realista al pensar en la posibilidad de un Estado Virtuoso en una Argentina con políticos sin conceptos de Patria o Etica, que solo ambicionan poder y dinero
Pablo en su análisis no pone en la ecuación la división de la tierra por los herederos del propietario anterior y la tecnificación del agro en general que baja cantidad de mano de obra.
Se quedó en el tiempo.
Pablo vive muy comodamente de su sueldo de privilegio del Estado (INTA). Pablo no es productor, es politico y se aprovecha de su situacion de no tener que trabajar para vivir. Pablo toma retazos de la realidad y los utiliza en su discurso. Pablo es un CHANTA.
Que puedo decir de este señor, alimentado y creado por estos señores que toman tierras para hacer quintas y destrozar las estancias usurpadas. La cara de zurdo ayanquizado.
Si este “supuesto” productor es un funcionario del gobierno, y el periodista está ocultando esa información a los lectores, falsea la verdad. Ojalá no repita esta falta grave en otros artículos.
En el reportaje el periodista, que soy yo, pregunta… usted es representante de Federación Agraria en el directorio del INTA… O sea que no se oculta nada. De todos modos, no es exactamente un funcionario sino el delegado de una entidad de la mesa de enlace en ese organismo técnico.
No le está resultando el perejil debajo de los eucaliptos ? Y güitarrear hasta las 4 de la mañana?
Se quedó en el tiempo , granos para engordar …hoy es suplementación estratégica …más vale que siembre pasturas y no cultivos industriales ….que mire los ejemplos la familia Baschetto , Pablo Echeverry , Tibursio Imaz muchos otros que se desacoplaron de la producción agro industrial y hoy viven , dan trabajo y son felices ..adaptándose con tecnologías de procesos( bajo nivel de insumos ) y base científica …..ahora sí ! Para lograrlo va a tener que hacer como el abuelo ! Trabajar
Este sr carece de vergüenza, que renuncie al sueldo estatal y después nos cuente cómo le va. Qué caradura!!!!
Flaco, adaptate o andate a la mierda.
Asi de simple.
Adaptate al precio del cereal. Vende el cereal, achica los chanchos y cuando el cereal baje agrandas los chanchos. Si sos rigido e ineficiente no pretendas cambiar al mundo para que gire para el lado que queres ir vos.