Echando un vistazo general sobre la vida del chaqueño Juan Carlos Polini, lo primero que aparece es una personalidad multifacética con un fuerte carácter empresarial. Dice que desde joven notó que no basta con cambiar su propio destino, si no se trabaja en paralelo por cambiar el entorno social en el que uno se mueve, donde vive y quiere desarrollarse.
Juan Carlos manifiesta que de muy joven le preocupó la cuestión social y por eso se comprometió a participar en la política partidaria, obnubilado primero por la figura de Raúl Alfonsín. Lo hizo cuando fue a estudiar a la universidad, en Córdoba, donde llegó a ser secretario general del centro de estudiantes y consejero responsable de Franja Morada, durante los cinco años de carrera, hasta que se recibió de Licenciado en Química Farmacéutica.
Polini había nacido en Santa Sylvina, en el sudoeste chaqueño, pero al volver con su título a los 22 años se instaló en Coronel Du Graty, una localidad vecina, donde vive hasta hoy. Allí creó una cadena regional de farmacias. Luego se expandió hacia el agro.
Dice que sus padres le enseñaron que tales frutos en la vida se consiguen con esfuerzo y sacrificio, y que nunca vivió ni vive de la política. Por eso no se considera un político de profesión, sino un empresario que además se dedica a la política.
Juan Carlos siempre se hizo tiempo para correr carreras: “Tengo cinco campeonatos chaqueños de karting y un campeonato de automovilismo ganado -cuenta con orgullo y continúa-. En 2011 me fascinó el negocio algodonero y comencé, en sociedad, con una desmontadora de algodón en Santa Silvina. Hoy tengo el 100% de las acciones y estoy terminando de construir una súper usina en Coronel Du Graty”.
Se ha convertido así en un productor importante de la región. “Siembro 10.000 hectáreas aproximadamente. El mayor porcentaje es de algodón y también hago maíz, soja y girasol. Hoy, el negocio de la producción agropecuaria ocupa una buena parte de mi vida, otra parte mi empresa farmacéutica, otra, la industrial y una parte importante la política. Tengo unos 150 empleados y en forma indirecta, doy trabajo a más de 400 personas”, indicó.
¿Y cómo fue que renovó su participación en la política? “Un buen día empecé a pensar que la única manera de dejar de quejarme por lo que estaba pasando en mi localidad era participando electivamente -prosigue Polini-, porque venía colaborando, pero esta vez decidí ponerme a la cabeza de un proyecto, con el que en el año 2015 gané la intendencia de Du Graty por 47 votos. La municipalidad estaba fundida, con un año de deuda de coparticipación, pero la levantamos, la ordenamos, y con mucho orgullo puedo decir que transformamos una muy buena parte de la ciudad en cuatro años”.
Prosigue el candidato: “En 2019, un compromiso partidario me obligó a ir por la reelección y ganamos con el 62% de los votos. A partir de ese momento empecé a caminar la provincia para ayudar a recuperar el partido y en 2021 fui elegido presidente del mismo. Posteriormente fui electo diputado nacional, cargo que aún ejerzo con mucho compromiso”, señala.
“Mi experiencia como empresario me da un plus que no es común en la dirigencia política. Los políticos nunca aprendieron a hacer una inversión, a emitir un cheque, a pagar sueldos con su propio bolsillo, corriendo riesgos con su patrimonio, y que muchas veces por una mala pasada que te juega el clima o una debacle financiera de este país, tener que sacar dinero del ahorro de otro lado, para poder levantar un cheque o también para pagar un sueldo”, se diferencia Polini.
Añade que “fui entendiendo que es necesario que la gente de la actividad productiva nos involucremos en la política, para poder subsanar la multiplicidad de problemas que tenemos en nuestras provincias y en todo el país. Me di cuenta de que los políticos de siempre no nos van a sacar de esta crisis. Por eso hace un año y medio arranqué, y hoy soy un fuerte precandidato a gobernador”, sostiene.
Cuando le preguntan si es posible revertir el estado de situación en Chaco, donde gobierno Jorge Capitanich, se muestra optimista: “Estoy absolutamente convencido de la gobernabilidad de esta provincia. Chaco tiene el cuarto índice de coparticipación, pero sin embargo el 54% de los chaqueños son pobres. Es una provincia donde cosechamos 2.500 kilos de algodón por hectárea, sacamos 3 toneladas y media de soja, 8 toneladas de maíz, pero sin embargo, tenemos 18% de indigencia y 54% de pobreza”.
“No coincido en absoluto con la modalidad que tiene el gobierno actual para gobernarnos. Capitanich ha logrado ser un buen gestor, pero muy mal ejecutor, que nos lleva a esta situación de una mayoría en extrema pobreza y a una falta de viabilidad para que las PyMEs puedan crecer, y te diría que hasta mantenerse para seguir produciendo en el Chaco”, insiste.
Polini propone medidas concretas: “La presión impositiva es muy muy alta, tenemos 170 impuestos en términos generales: impuestos, tasas, servicios. Hay 50 que significan el 0,2% de la recaudación que tiene el Estado, y digo que habrá que eliminarlos, porque son tasas, sellados, que básicamente lo único que hacen es hacer perder tiempo a quien produce”.
“Tenemos que provocar un giro en la política que nos permita, de una vez por todas, solucionar estos temas. Chaco es una provincia que administrativamente está muy desordenada. Los presupuestos, por ejemplo, en salud, en educación, en seguridad, no son malos, pero la realidad es que los medicamentos no llegan a la gente, los niveles de sueldo de la policía y de los docentes son extremadamente bajos. Básicamente, hay que poner orden”, sostiene.
“¿Y qué es lo que vamos a provocar a partir del 10 de diciembre? –aventura el diputado-. Será necesario sancionar entre 120 y 150 decretos para poder modificar inmediatamente la administración de la provincia. Que nos permita que el flujo de fondos que recibimos mes a mes vaya donde tiene que ir. Entendiendo que hoy, por diversos motivos, pero básicamente por esta desorganización que tiene la provincia, no llega a los sectores que tiene que llegar”.
Y refuerza: “Siempre me he pagado mis campañas políticas con mis propios fondos, provenientes de mi actividad privada. Obviamente que lo mío, es mínimo con respecto a la inversión que pueda hacer el oficialismo o los demás partidos, pero mi intención es llegar de esta manera a gobernar mi provincia. Entiendo que en esto no hay que tener más compromisos que con la gente. Tengo fuertes convicciones y ésta es mi forma de hacer política”.
“Creo que tengo muchas posibilidades de llegar a ser gobernador de mi querido Chaco. Por una cuestión circunstancial, el spot de mi campaña es la canción del mundial. Pero en mi vida laboral y en mi lucha política cotidiana, siempre me identifiqué con la canción de Miguel Mateos y su grupo Zas, ‘Tira para arriba’, porque venga lo que venga, siempre hay que avanzar,” concluye el diputado y precandidato a gobernador del Chaco.