El mundo ganadero se convulsionó hace algunos meses con la novedad de la Ivermectina, uno de los medicamentos veterinarios más difundidos entre los productores de bovinos, podía servir para detener el avance del Covid-19. Mientras esa investigación se profundiza, ahora hay novedades respecto del Interferón Lambda, una molécula de origen bovino, serviría para proteger los pulmones de la infección por coronavirus al provocar una disminución en la carga viral.
Se trata de un proyecto de INTA-CONICET que ya lleva unos meses y que ya ha logrado avances pese a su magro financiamiento de apenas medio millón de pesos por parte del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación (MINCyT). El proyecto pretende utilizar la molécula de Interferón Lambda humano, mejorada con aminoácidos bovinos, en pacientes infectados con SARS-CoV-2 con fines terapéuticos.
“A poco de haber comenzado con la investigación los primeros hallazgos muestran resultados muy promisorios ya que el Interferón Lambda, aplicado en concentraciones muy bajas, logró inhibir por completo la replicación del virus”, dijo un informe oficial divulgado por el sitio oficial de la Presidencia.
Según esta gacetilla, “la acción de esta molécula logra inducir al paciente a un estado antiviral en el cual se activan genes propios de las células epiteliales del sistema respiratorio que se vuelven resistentes a la infección controlando la hiper-inflamación y evitando el avance de la enfermedad a estadios graves”.
Este tipo de Interferón, además, posee una característica positiva dado que actúa directamente sobre las mucosas, las vías y el tracto respiratorio que son las zonas de ingreso del virus y no funciona sobre células inmunes ni otros órganos lo que es muy importante ya que no es tóxico para el organismo. Si bien los seres humanos producen Interferón Lambda como antivirales naturales, la hipótesis del equipo de investigación es que el SARS-CoV-2 bloquea su producción logrando infectar a las personas.
Alejandra Capozzo, directora del proyecto e Investigadora principal de CONICET, relató cómo fue que surgió la idea del proyecto compartido con el INTA. “Comenzamos trabajando hace 6 años con el Interferón Lambda bovino para el tratamiento de la diarrea viral bovina. Cuando comenzó la pandemia, ya teníamos hechos análisis in silico que demostraban que el Interferón bovino reaccionaba perfectamente con el receptor humano y que activaba la respuesta antiviral en células humanas, por lo que, a partir del proyecto, evaluamos, con la colaboración del Instituto Malbrán, el Interferón contra el SARS-CoV-2 en células en cultivo y ahí pudimos ver que era efectivo en concentraciones hasta 10 veces menores que las que pueden tener un Interferón humano”.
La investigadora explicó que, una vez patentado el descubrimiento a través de CONICET, continuaron trabajando para mejorar la molécula y dieron con un producto nuevo de próximo patentamiento. Se trata de “un interferón que es prácticamente humano (98%) pero que tiene algunos aminoácidos de la molécula bovina que son los que manifestaron una mayor eficiencia de acción sobre las células humanas. Esto facilita ampliamente su aplicación a nivel farmacéutico”.