Oscar Lomez nació entre las ovejas y quizás por eso sus compañeros lo eligieron como presidente de la flamante Cooperativa de Ovinos “Vellón de Oro” -matriculada en septiembre de este año-, que nuclea a pequeños productores, en su mayoría de la zona de Pardo, en el partido de Las Flores, provincia de Buenos Aires.
Los socios de la cooperativa están intentando comercializar en conjunto sus animales faenados y trozados, bajo la marca “Corderos de Las Flores”. Van detrás del sueño de una sala de feana para la región y están reconstruyendo una tapera de Pardo, para sede social.
Oscar tiene un apellido exclusivo porque, según dice él, lo porta sólo su familia, alrededor de Las Flores. En realidad, él se crió a unos 18 kilómetros de Pardo en una chacra familiar de apenas 70 hectáreas, cercana a la estación Plaza Montero.
-Usted dice haber convivido con las ovejas desde que nació…
-Yo me crié comiendo carne de oveja. Recién comí carne de vaca fuera de mi casa, después de mis 20 años. Porque como el campo era chico y no quise estudiar tuve que salir a buscar trabajo en las estancias. En el campo de mi papá había 100 ovejas y allá por los años sesenta, la carne y la lana valían, se vendía.
Mirá la entrevista a Oscar Lomez:
-En esa época la producción de ovinos era básicamente una economía familiar, de subsistencia, pero no había una proyección de comercializarlos formalmente. Retrocedió mucho el ovino en Buenos Aires.
-Sí, porque vino el furor de la soja y el vacuno nos pasó por encima.
-También las chacras familiares fueron desarmándose, porque mucha gente emigró a las ciudades.
-Hoy me da pena ir a mi campito familiar, que no es más de mi familia, porque son todas taperas, donde había tíos, vecinos, amigos.
-¿Pero donde hay una familia en el campo, hay ovejas?
-Siempre.
-¿La idea de la coopewrativa es tratar de que esas ovejas, que son para autoconsumo, sean también una fuente de ingreso?
-Sí, como es el vacuno, pero tiene algunas diferencias con éste. La oveja vive con muy poco pasto, aunque esté cortito. La vaca necesita más pasto y más largo, porque envuelve con la lengua. Si la vaca está flaca, no agarra servicio. La oveja, aunque esté flaca, todos los años tiene cría y a veces, doble, porque a veces tiene la suerte de ser mellicera.
¿Y cuál es la desventaja de producir ovejas en Buenos Aires?
-Los gastos de frigorífico, matadero, troceo.
-¿Por eso que decidieron organizarse en grupo? ¿Para resolver entre varios el problema de los costos?
-Claro. Yo leo mucho y miro programas rurales y veo que la unión hace la fuerza. Entre todos juntamos un montón de corderos. Supongamos: yo no podría pretender pelear un buen precio con apenas 20 corderos, por ejemplo. En cambio, ahora somos 12 o 13 familias, en total, 25 personas.
-Supongo que cuando uno se pone a vender el cordero, tiene varias complicaciones: una es la sanidad, tiene que faenar en un lugar habilitado. La otra es el juntar buena cantidad de ovejas para llenar un camión.
-Es que el gasto del camión es el mismo para 20 corderos que para 100. Se achican los costos.
-¿Y ahora están buscando lugar para faenar?
-Estamos gestionando para hacer un matadero de cerdo y ovino. La idea surgió de nuestro grupo. Sólo para ovinos, no se podía. Y como acá también hacía falta para cerdos…
-¿Tener un matadero te dráa el aval sanitario, incluso para trozar el animal?
-Sí, ya podríamos ir a cualquier mercado de Buenos Aires, y algún día también exportar.
-¿Es cierto que la oveja de Las Flores, al ser criadas a pasto, tiene características especiales?
-Hemos competido con los corderos de Monte y dicen que los nuestros, al ser a pasto, son mejores.
-¿Y saben si hay mercado?
-Nos contactamos con la UTT, que tiene un mercado agroecológico en Avellaneda, y llevamos al mismo 45 corderos faenados, congelados y envasados al vacío en un frigorífico de Chascomús. Y quedamos sorprendidos porque los vendimos en 2 horas y quedó una cola de gente sin poder comprar.
-¿Qué hace falta para que ustedes tengan más corderos?
-Estamos tratando de estabilizar los servicios para en el futuro poder tener 40 corderos todos los meses para llevar a vender a la UTT.
-¿Hoy cuántos juntan por mes?
-En toda la producción del año juntamos 500 a 600 corderos. Nos reunimos en el campo de cada productor, que muestra su experiencia y todos le hacemos una crítica para que mejore.
-¿Es fácil esa tarea? Se entiende que la producción debe ser pareja, con cortes parecidos, las calidades estables. ¿Se disciplinan en esto?
-Sí, porque obtuvimos un crédito por la ley ovina y compramos muchos carneros reproductores de primera línea y mejoramos mucho nuestros planteles, con diferentes razas, porque a cada uno le gusta una diferente, pero buscando un animal con muy poca grasa y con mucha carne.
-¿Usted, que se crió acá comiendo cordero, qué futuro le ve al cordero?
-Creo que se va a imponer la carne de ovino como hace años se impuso el cerdo. Nadie imaginó que se iba a imponer tanto la milanesa de cerdo. Nosotros venimos con un producto 100% agroecológico, un animal sano, que no tiene enfermedades ni vacunas, que come pasto nomás. Las vacas requieren muchas vacunas y todos buscamos comer cada vez más sano, menos comida chatarra. Y sueño con ver funcionando la sala de faena y la cooperativa.
Hermosas historias de gente que nació en el campo en épocas y lugares de mucha necesidad.Los códigos de padres de campo eran diferentes y siempre exigían a sus hijos que buscaran su subsistencia en trabajos camperos por la comida y la cama y algo de dinero para sus gastos y esparcimiento.Despues , de las habilidades/ experiencia que cada uno adquiría y potenciada los dotaba de un futuro mejor.
El campo fue siempre de mucho sacrificio, ally no hay tiempo para analizar , levantarse temprano y trabajar hasta que la tarde se apagaba.Respeto mucho esa vida porque conozco esa vida.