La Rioja y Catamarca, seguidas por San Juan y Mendoza, son las principales provincias productoras de olivos, y también las más dependientes del riego agrícola, cuya agua debe ser obtenida de pozos muy profundos, lo que hace oneroso el costo; esto, debido al escaso régimen de lluvias que registran- sólo 150 milímetros al año- y por la escasez de ríos en la zona. “Luego de la mano de obra, la tarifa eléctrica nuestro principal costo, la cual representa el 30% de nuestros costos anuales”, explicó en Bichos de Campo Julián Clusellas, Presidente de la Federación Olivícola Argentina (FOA).
Clusellas agregó que “en La Rioja, el olivo es la principal actividad generadora de producto bruto interno de la provincia y nos complica el aumento tarifario de la electricidad, ya que en 4 meses se triplicó su costo, pasando de 300 a 850 dólares por hectárea por año, lo que vuelve esta actividad inviable cuando el agua para regar proviene de pozos tan profundos. En el esquema de costos actual, el 40% de la actividad se lo lleva la mano de obra, el 30% se va en costo energético del riego agrícola, y el 20% se va en insumos, mantenimiento y administración”.
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El presidente de la FOA argumentó que recientemente, y en conjunto con Agroindustria y la Secretaria de Energías Renovables, crearon la Mesa de Competitividad de Regantes, “con el objetivo de buscar soluciones a las limitaciones del riego y con la intención de reconvertir a energías renovables ya que es la única salida viable que le vemos al aumento de tarifas eléctricas”.
Al respecto de la propuesta que elevaron a Agroindustria desde la FOA para generar energías renovables, Clusellas esgrimió que “la cordillera tiene de los mejores índices fotovoltaicos del mundo. Por eso queremos hacer un programa especial junto al gobierno nacional, al igual que lo que se hizo con el programa de Energías RenovAR, y así, a través de Camesa, poder hacer granjas solares, molinos eólicos o plantas de biomasa, todo en el marco de la ley de generación distribuida de energías renovables, y con el fin de mejorar la ecuación económica de actividades regionales tan golpeadas como la olivícola”.
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En cuanto al funcionamiento del programa en cuestión, el cual se espera esté implementado antes del 2019, Clusellas dijo que “necesitamos que se promulguen reglamentaciones específicas; los olivícolas regamos de modo concentrado, sólo 4 o 5 meses al año. Por eso precisamos que las distribuidoras de energías provinciales canjeen los kilowatts que no usemos y que entregaremos a la red, por kilowatts en la época en que más necesitemos para el momento del riego. Esto es así debido a que la energía no se puede acumular, por ende debemos hacer canjes”.
Por último, Clusellas se refirió a la cosecha nacional olivícola, la cual aún sigue en marcha en algunas regiones, y declaró que “este año estará 80% por debajo de la anterior, debido a que fue muy afectada por las variaciones climáticas. También es cierto que es natural que esto suceda, luego de haber tenido una campaña anterior récord en cuanto a producción, debido a que al olivo le cuesta restablecerse y queda mucho más sensible a hechos climáticos fuertes como los que tuvimos”.