Todos los meses desde hace varios años, el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) publica el llamado Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD), que es una medición sistemática para determinar cuánto impacta en realidad el precio que reciben los productores de materias primas en los precios finales pagados por el consumidor.
De tan repetitivo que es ese trabajo estadístico, a veces aburre y no es noticiable. Pero la última edición se publicó este domingo y no puede ser más útil, porque justo ahora el Ministerio de Economía lanzó la idea de comenzar a importar alimentos frescos (por vía del Mercado Central de Buenos Aires), para así obligar a los productores locales a sofrenar sus precios, desbocados en muchos casos por la inflación.
¿Pero son los productores locales los culpables de estas fuertes subas registradas en el rubro Alimentos por el INDEC? Justamente el oportuno índice IPOD de la CAME determina que su participación en el precio final de los alimentos es poco determinante, ya que en abril pasado “los precios de los agroalimentos se incrementaron 3,9 veces del campo (origen) a la góndola (destino). Es decir, el consumidor pagó $3,9 por cada $1 que recibió el productor”.
Es decir que, según esta medición mes a mes, la participación del productor explicó solo 23% de los precios de venta final. Más puede entonces atribuírsele a los productores de frutas, verduras, carnes o legumbres, la responsabilidad por esta escalada inflacionaria, que claramente tiene mucho más que ver con el peso de los fletes, otros factores del costo argentino, los propios impuestos que cobran los estados y abusivos márgenes de parte de los intermediarios.
En el caso del IPOD frutihortícola, compuesto por 19 frutas y hortalizas que son las que debería comenzar a importar el Mercado Central en caso de que prospere el proyecto de Economía, la brecha entre productor y consumidor “se multiplica por 6,7 veces en abril, un 13% más con respecto a marzo.
Mientras tanto, por los 5 productos y subproductos ganaderos que componen la canasta IPOD del reino animal, el consumidor abonó 3 veces más de lo que recibió el productor.
En abril, los productos con mayores brechas IPOD mensuales fueron el limón (16,9 veces), la cebolla (15), la naranja (10,1), la mandarina (6,9) y la zanahoria (6,7).
Entre los productos que presentaron menor diferencia entre el precio que recibió el productor y el que pagó el consumidor, en tanto, se encuentran tres productos de origen animal, una fruta y una hortaliza.
Los huevos (1,9 veces) mostraron la brecha más baja del mes, y el pollo (2,3). Aquí sucedió que los productores de ambos productos “están con problemas para vender el producto a los frigoríficos tras la detección de un caso de gripe aviar por parte del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), organismo que decidió interrumpir las exportaciones -disminuyendo la demanda-“, explicó la CAME.